Capitulo: 13 Especial 2/3

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Especial 2/3

Acudí a la universidad por mi horario, empezaban las clases en tres días.

Hotch estaba aún muy molesto, decidió no castigarme, sólo no me hablaba, era peor.
Por otro lado, Spencer, tampoco lo hacía, ni la mirada cruzábamos. Los últimos dos días que acudí a la oficina de Hotch pasaba el rato con García y Morgan, ver a J.J me causaba incomodidad.
Saliendo de la universidad me dirigí de nuevo a la oficina, lo hacia por un trato conmigo misma, quería que Hotch confiara en mi otra vez.

Al llegar al edificio la recepcionista me habló, al parecer sabía que era sobrina de Hotch.

-¿Eres ___ Velatto, cierto?

-Si, ¿que sucede?

-Alguien de este edificio me pidió que te diera esto -me entregó un sobre -Me pidió también que te diera esto -era una caja.

-¿Sabe quien era?

-Mi niña en este edificio trabajan más de 500 personas, no sabría decirte quien o de que departamento.

-Bueno... muchas gracias -llamé el ascensor pero estaba repleto, decidí tomar las escaleras, sólo tendría que subir diez pisos.

Primer piso.
Segundo piso.
Tercer piso.
Estaba por llegar al cuarto y me encontré con quien menos quería, Spencer hablaba con Rossi, al ver a los dos me tensé.

--¡___! Déjame ayudarte -Rossi corrió en mi ayuda -Niña existen elevadores.

-Si, lo sé, lo siento pero hay demasiada gente.

-No te disculpes. ¿Vas para la oficina de Morgan?

-No, esta vez con Hotch.

Llevo mis cosas los siguientes seis pisos, sin quejarse pero fueron los quince minutos más largos de mi vida, incómodos, horribles... Spencer solo subía detrás mío sin decir una sola palabra, si Rossi no se dio cuenta de lo incómodo que era sería muy absurdo.

-Listo ___, ¿que tanto traes ahí? -pregunto al entrar en la oficina de Hotch.

-No lo sé, me lo dejaron en recepción.

-Que extraño, por cierto, Hotch me pidió que te avisara que Spencer te llevará a casa, él tuvo que viajar a Seattle con J.J y regresará hasta la noche.

-Mmm... En ese caso me hubiera ido a casa desde que salí de la universidad... Gracias Rossi, eres un caballero -lo abracé.

Cuando salieron abrí de inmediato el sobre.

"___.

Creo que es necesario hablar, lo más pronto posible...
Las cosas no se ven bien desde hace dos días, no sólo conmigo, con tu tío...

Te veré esta noche, pasaré por ti 7:30p.m a tú casa.

Atte: ..."

Lo único que pensé al terminar de leerla fue "raro". Me apresuré a abrir la caja y había ropa, extremadamente linda, de buen gusto y cara, quien quiera que la mandaba no bromeaba con lo de "salir".
Saqué la ropa y encontré... (imagen)

El vestido era de seda, podía sentirlo al tacto, traía una nota adherida "Espero y no te moleste, esta hecho especialmente para ti. El diseñador quiso llamar al vestido Velatto."
Era demasiado, incluso para una cita.
Debajo del vestido había una caja negra, pequeña a comparación de la que la contenía, unas zapatillas Vans grises de mi número. También traía una nota "Algo más sencillo".
Quería probarme lo todo, era perfecto el conjunto, esa persona debía conocer mis gustos, corrí a cerrar la puerta con llave y cerré las cortinas, tome el vestido y las zapatillas, estaba encantada con el regalo, no me importaba en lo absoluto la persona que quería verme, se había ganado mi atención.

Salí lo más rápido que pude hacia la oficina de Morgan, quería que me viera vestida así. Pasé sin tocar la puerta.
-¡Morgan! ¡Mira que hermoso es esto! -me di una vuelta para que lo observara.

-¡___! ¡Dios! Te ves preciosa y tan linda -me sonrojé. Sin embargo no había notado que Spencer estaba con él y más se elevó el sonrojo. Se limitó a sólo ver de reojo.

-Yo... Lo siento, no sabía que estabas ocupado... -me dispuse a salir.

-De todas formas tengo que irme, no te molestes -Spencer salió.

-Disculpa lo, esta... abrumado.

-¿Abrumado? Estoy harta de su actitud, yo trate de disculparme y él no quiso aceptarla.

-Olvídate de eso, hablemos de lo linda y sexy que te ves con ese vestido, ¿hace cuánto no te pones uno?

-Desde que murió... -me incomodé -Pero veme ahora -di una vuelta más -Es perfecto -Derek río y tomó mi mejilla, me sonrojé y baje la mirada.

-¡Hey! -alzó mi rostro delicadamente -No agaches la mirada, te ves realmente linda cuando te sonrojas

Ese momento fue bastante placentero, hacia años que un hombre me tocaba de esa manera. Derek besó mi mejilla y se apartó.

-¿Me dirás donde conseguiste un vestido tan fino? -se recostó en el sofá de su oficina.

-Me lo han regalado, un "alguien".

-¡Un alguien! Pues espero que ese "alguien" valga la pena.

Dieron las cinco de la tarde, bajé a la cafetería del gran edificio, estaba muriendo de hambre y Spencer no apresuraba las cosas para poder irnos.
García bajó conmigo, ella invitaría la comida.

-Entonces siguen igual las cosas entre tú y Hotch...

-Si aunque eso no me afecta, puedo retomar su confianza con el paso del tiempo pero... No quiero que las cosas sigan así con... -no podía decir su nombre, en ese momento no entendía porque me afectaba tanto -Bueno... es mejor no hablar de eso.

-Ay mi niña -me sostuvo la mano -Hay cosas que no puedes esconder, desde que regresaste vi tu esfuerzo por llamar la atención de nuestro genio, no lo niegues.

-No García -le quite mi mano -Estas mal entendiendo todo, yo lo odio.

-Si tu definición de odio es esa, bien, pero sé que eres más lista e inteligente que nuestro genio, sabes a lo que te enfrentas, por eso estas así.

No contesté, yo creía que lo odiaba, yo creía que lo único que quería era fastidiarlo...

Dieron las 7:00.
Estaba necesitada de irme, quería llegar a casa y ver quien era el que me había mandado tan lindo obsequio. Subí a la oficina de Reid y entré furiosa.

-Si no te molesta, necesito irme ya -jugaba con una pelota -Estas desgastando mi tiempo, tengo que irme ya.

-¿Para que? ¿Para tú cita? Es por eso que estas usando vestido -me sorprendió su comentario -___, por favor, estudio el comportamiento de criminales -hablaba en un tono tan arrogante -¿Crees que no descifraría el de una niña consentida? -no podía contestarle, no podía creer la forma en la que me hablaba -Sé quien es tu cita, de hecho me pidió que te mantuviera aquí hasta las 7:30, no creas que estoy por gusto, estoy haciéndole un favor.

Llegó la hora fijada, Spencer me había ganado, su comportamiento ganaba a el mío, me daba cuenta de lo que me había dicho García era verdad, pero en ese momento no importaba, importaba quien era lo suficientemente cerca cómo para pedirle tal favor... cruzó un nombre por mi cabeza...
Se abrió la puerta de la oficina de Hotch, Spencer venía con alguien, alto, fornido, mayor que yo, probablemente de la edad de Reid...

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