Capitulo 2: Quantico.

1.9K 106 5
                                    

Faltaban seis horas de mi viaje para poder llegar exactamente a las cuatro de la tarde al trabajo de Hotch.

Puse música a todo volumen para poder distraerme y no aburrirme demasiado.

Tres horas después seguía en la carretera pero con menos camino que antes. Entre a una tienda que estaba frente a una gasolinera, no tenía hambre ni sed, solo quería quitarle lo entumido a mi hermoso trasero, estar sentada por tres horas lo iba a dejar más plano de lo que estaba.

-Tiene cigarros? -le pregunte al empleado de aquella tienda

-Si, que marca

-No importa la marca, tienes mentolados? -justo en ese momento me llego un recuerdo, mis padres odiaban a los fumadores, varias veces había llegado a la casa oliendo a cigarro y a perfume al mismo tiempo. Aquellos intentos por disimular el aroma eran vanos. Me escudaba con el pretexto de que mis amigos lo hacían, ahora recuerdo porque nunca se enteraron que era fumadora.

-Sueltos o cajetilla -el hombre era alto, delgado y con ojos azules casi todo él era perfecto excepto por ese estúpido peinado que llevaba, parecía ñoño, asco.

-Cuanto vale la cajetilla, disculpe -jamás compraba por cajetilla, pero creo que era mejor

-Depende, hay de 45, 50 y 65

-Dame la de 50 y un encendedor.

Salí de la tienda, prendí el cigarrillo e inhale. Nunca me gustaron los de sabor normal, dejaban un sabor horrible, probablemente estos también pero lo disimulaban bastante bien.
Una vez terminado volví al auto para recorrer otras tres horas.
Estaba encendiendo el coche cuando se me prendió el foco.
"A ver ____, llevas un Audi TT y sólo vas a 100 km/hr? Das vergüenza."
Mi subconsciente tenía razón, un Audi TT era distinguido por ser un auto veloz pero formal.
"Puedes disminuir esas tres horas a dos, claro, si pisas el acelerador"
Dude por unos instantes, mi subconsciente siempre me llevaba a hacer cosas indebidas.
"Quieres que tu trasero se siga haciendo plano?!"
Fue un muy buen argumento para acelerar.

Estaba en lo correcto, después de acelerar e ir a unos 180 km/hr el tiempo que había conducido se había reducido en un cincuenta por ciento. Apenas eran las dos de la tarde.
Me estacione frente a un local con las intermitentes encendidas y saque mi celular.

-Aquí Hotch -contesto

-No te acuerdas de mi? Ó es que acaso no guardaste el número de tu sobrina -dije indignada

-____? Creí que llegarías hasta las cuatro! Perdóname, cambiaste de número?

-Estaba calculado que hasta las cuatro pero con un auto súper potente como el mío el tiempo se reduce. Y no tanto así, cambie de celular pero no él número, lo borraste?

-Tengo que verlo. Supongo porque no te tengo registrada.

-Vale, no importa. Sigues trabajando en el mismo edificio?

-Así es. Pasaras a vernos?

-Si lo tengo permitido, si

-Estas en tu derecho. Te veo en una media hora?

-Vale. Nos vemos.

Hotch se escuchaba entusiasmado, no siempre era así, normalmente era serio y solo se dedicaba a ser... ... vaya sólo eso... serió. Reí por aquel pensamiento.

Tenía tiempo para ir a comer o a investigar el área, hace años que no vengo a lo mejor había cambiado la ciudad.
Fui a un restaurante de comida china, pedí el menú especial.
Tres bocados más tarde me sentía llena y el plato no había bajado. Me tome mi tiempo para ver si la comida bajaba y podía seguir pero no paso nada de lo que creí. Finalmente me resigne y lo pedí para llevar.
Subí al auto y note que aún traía todas mis maletas, no se veía muy bien que digamos. Volví a marcar a Hotch.

SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora