Diferente, era diferente... De pelo castaño y sobre todo... be--
-Un momento ¿pero qué dices? a ver... no sé, pero creo que te estas adelantando un poco -Dijo un lector
Vale, es cierto, ¿dónde me quedé? oh, sí, mi primer día de escuela.
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Habían pasado unos cuantos años, ya estábamos en 6to de primaria, ningun alumno nuevo entró en todo ese tiempo... Me aburría estar con los mismos compañeros, sin embargo, ahí estaba, sentado en una banca en la acera frente a mi casa con un amigo a mi lado.-¡Cállate! -Me decía entre risas mi amigo.
Seguro os pensabais que nunca conseguiría amigos, pues sí, lo logré, ¿recordáis el chico dormido del primer día? él, sí, tras unos días en la escuela habíamos empezado a hablar, no teníamos nada en común, él salia más, se relacionaba más, yo era más de quedarme en casa pensando que haría en el día, al final, jamás hacia nada, ¿os preguntáis su nombre? se llama David, es gracioso puesto que a mi pensaban llamarme así.
-¡David, es que es enserio! ¡no me creo que lo haya hecho! -Exclamé
Hablando de recordar... ¿También recordáis al chico de pelo corto que en poco tiempo había hecho una amiga? sí, hablábamos de él, entre muchos chicos y chicas del salón habíamos jugado verdad o reto y me tocó retarlo, lo reté a comerse un caramelo que había pisado... sí, lo hizo, para mi alivio, al ser un completo marginado en la clase, siendo mis únicos amigos David y Keily, -la chica que escribía su nombre en colores- nadie me retó a hacer algo.
-Venga, vamos que Keily nos espera. -Exclamó David indicándome con la mano por donde ir.
-¿Estás seguro que debemos ir? dejemoslo para mañana. -Le dije, ya era tarde, estaba cansado, solo quería ir a casa.
-No es mi culpa que ayer faltaras a clase y tocara hacer un proyecto en conjunto como tampoco lo es que Keily nos haya escogido a nosotros dos en su grupo. -Tras decir eso se puso detrás de mí y me empujo para que caminara cosa que me resultó irritante ya que odiaba que me empujaran y él lo sabía más que nadie.
El camino no era muy largo tampoco, es solo que ir a casa de Keily era como si te espiaran, su mamá sabía todo lo que hacías, tras caminar un rato David y yo por fin llegamos, fuera de su casa un auto que estaba apunto de arrancar para irse, me pareció extraño ya que los padres de Keily no tenían auto y la iban a buscar a la escuela a pie ya que tampoco quedaba muy lejos, os podéis imaginar mi sorpresa al entrar y ver a Jeanette -La chica de cabellos dorados- , quizás el primer día pensaba que era linda, pero después de conocerla lo único irritante no era su voz, todo lo era, tanto su personalidad como su apariencia, llevaba demasiado maquillaje y tenía tanto perfume que cualquiera que se le acercara vomitaría "olor a fresa" toda la semana.
-Lo siento, no sabía que estaría aquí -Exclamó David dándome una palmada suavemente en la espalda.
-No lo consueles, tampoco es que pudiera faltar -Intervino Keily.
-Tranquilos... No importa -Dije, tampoco era un infierno estar con ella.
-¿Os habéis olvidado que estoy aquí? eso me ha dolido, ¿os parezco un monstruo? -Dijo Jeanette sentándose en el sofá de Keily al lado de ella.
-Más un mono con maquillaje que come muchas bananas -Exclamé levantando mi dedo, David y Keily se rieron, Jeanette no parecía tan contenta con la frase de doble sentido.
Tras parar las risas David se sentó en la esquina del sofá mientras yo me sentaba al lado de Keily que del otro lado tenia a Jeanette, el proyecto se trataba de los planetas, debíamos hacer un planeta cada uno y hacer una gran maqueta que los contuviera, los únicos que hacíamos algo eramos Keily y yo -que siempre habíamos sido los "cerebros" de la clase- mientras David y Jeanette estaban sentados en el sofá como si nada pasara. En ese momento Jeanette se volteó a mirar su cartera y sacar su teléfono pero no lo logró gracias a las palabras que diría Keily ya que Jeanette en el momento que giró golpeó la mesa e hizo que un pegamento cayera derramándose en todos los planetas y arruinándolos por completo.
-¡¿PERO QUE HACES IMBÉCIL?! -Exclamó Keily llena de rabia.
-David, calmala, por favor, ¡rápido! -Le dije a David, ustedes no querrían ver a Keily enojada.
Tomé unas servilletas que íbamos a usar para hacer figuras al terminar y empecé a limpiar mientras a mi espalda David le decía a Keily cosas como "Cálmate, todo estará bien, trabajaremos juntos", lo curioso fue que Jeanette hizo lo mismo que yo, empezamos a limpiar, cosa que resultaba difícil ya que algunas servilletas se quedaban pegadas igual, hubo un momento que se acabaron las servilletas, intentamos tomar otra al no darnos cuentas que no había y terminamos los dos con las manos juntas en el vaso, la miré y ella me miró, estaba roja y su pelo lucia radiante, eso no quitaba el hecho de que atrás David aun no lograba calmar a Keily, separamos nuestras manos un segundo después y buscamos otra cosa para limpiar, cuando al fin terminamos de limpiar tuvimos que rehacer los planetas, en realidad solo Jeanette debía pero me ofrecí a ayudarle, cuando lo hice, recuperó su sonrojo.
-Gracias -Susurró intentando que nadie la oyera, aun así, pude oírla, me sonrojé levemente, volteé a ver a David y Keily que no parecían haber notado el susurro y volví a los planetas.
Horas despues terminamos, sólo faltaba que vinieran a buscar a Jeanette, se había hecho tarde, debíamos irnos de la casa de Keily ya que su madre tenia una hora limite para las visitas, David se había ido hace unas horas y Jeanette y yo tuvimos que quedarnos esperando en una banca cerca de la casa de Keily para esperar a los padres de Jeanette.
-No hay de qué -Dije a Jeanette.
-¿Eh? -Preguntó ella con cara de extrañada.
-Dijiste gracias por ayudarte a reparar los planetas.
-No te acostumbres. -Dijo Jeanette de nuevo sonrojada levemente.
Hubo un gran silencio y por fin la vinieron a buscar, se despidió de mi pero al darse cuenta que lo estaba haciendo bajó la mano rápidamente y entró al carro más sonrojada que nunca. Al parecer, sus padres se habían olvidado de que estaba aquí o al menos eso dicen. Fue un gran día, un gran día.
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Un idiota del montón
Romans¿Os habéis preguntado como sería enamorarse por Internet pero también fuera de ella? sí, me pasó y es por eso que os estoy hablando, me llamo Marshall y contaré mi historia, quizás os parezca aburrida pero... igualmente, la historia trata sobre la c...