Capítulo 9"Recuerdos"

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Mis padres me comenzarón a regañar, descargando su odio hacía mi, tome mi mochila y salí de mi casa. Hace cuatro meses que mi hermana murio, mis padres no dejan de culparme por eso, al igual que yo lo hago...
Comenze a caminar por la acera, mientras más caminaba más me cerraba en mis ideas, hasta que llegue al punto en el que no me di cuenta de nada; de pronto sentí como algo tocaba mi hombro, reaccióne soprendido para darme cuenta de que Éter se encontraba frente mio.

-Derek...-dijo mirandome directo a los ojos-¿Estás bien?
-Sí-dije moviendo la cabeza de un lado hacia el otro y parpadeando varias veces-¿Por qué lo preguntas?
-levanto las cejas y se retiró un poco-Ibas caminando con la cabeza abajo, te mire desde el otro lado de la acera y me parecio raro verte así, mientras me acercaba comenze a llamarte, pero no respondiste.
-Lo siento...
-¿Te pasa algo?
-Si, pasa que si hubiese llegado por mi hermana a la hora que dijo mi madre, ella seguiría viva
-No fue tu culpa.
-¡Claro que lo fue! Mis padres me lo recuerdan todos los días... Yo la mate...
Entonces deje a Éter hablando sólo y decidí seguír mi camino sin destino algúno, de pronto escuche que una voz me llamaba.

-¡Derek, Hola!-pude ver que alguien se acercaba lentamente, hasta que logré divisar a Violeta- te he echado de menos...-dijo dándome un tierno abrazo.
-También yo a ti
-¿Ocurre algo?
-Hoy se cumplen 4 meses desde que Alejandra murió, y todo por mi culpa
-No fue tu culpa... Solo fue un accidente
-Si yo hubiese llegado antes... Podría estár aquí... Conmigo
-Las cosas pasan por algo... Y no puedes estar toda la vida culpandote
Entonces comencé a llorar... Recordando a la pequeña niña que siempre estaba tan feliz...se fue y todo por mi culpa. Violeta me miraba atentamente, ella se quedo callada por un momento y me abrazo lo más fuerte que pudo. Mis lágrimas comenzarón a cesar y ella se soltó

-No puedes sentírte mal por siempre.
-Lo sé, pero no es porque yo lo quiera, es porque no lo puedo evitar.
-lo siento, no, no fue mi intención, yo sólo...
-Está bien,-inferí interrumpiendola-sé que sólo quieres ayudarme.
-No quiero que estes triste...-me miro fijamente, y luego callo por un momento-vamos a un lugar para pasar el día, ¿Te gustaria?

Antes de siquiera poder responderle me tomo de la mano y comenzamos a caminar por la calle, cada cosa que ella veía le parecía graciosa, su risa era demasiado tierna y me aíslaba de todos mis pensamientos, ella me apreto más fuerte la mano y me hizo levantar la mirada, al observarla, me percaté de que ella señalaba era la cafeteria, la cual se encontraba demasiado cerca.

Al entrar pude ver que la cafeteria estába demasiado vacía, Violeta se dirigió hacia una de las mesa del fondo, yo la seguí instantaneamente, al sentarnos, una muchacha llego y se paró enfrente de nosotros, ella vestía un uniforme negro, lo cual me dejo sorprendido.

-Buenas tardes, ¿les puedo tomar su orden?
-Sí,traenos un café helado.
-Está bien-infirió la mesera mientras apuntaba lo pedido en su libreta-se los traere en un minuto-dijo mientras se retiraba.

Cuando la mesera se fue, Violeta comenzo a mirarme.

-¿Qué sucede?
-Nada...es sólo que, haz cambiado desde el primer día que te conocí...-dijo riendo.
-¿Enserio crees eso?
-Sí, además, me gusta...-dijo mientras se sonrojaba.

De pronto, la mesera llegó con
nuestros cafés, yo lo tome y lo comenze a beber enseguida, Violeta espero un momento y después le dio un trago.
Mientras estábamos tomando nuestras bebidas llegó la misma tipa de cabello rojo con sus amigas, ellas me saludaron pero decidí ignorarlas, ellas llegaron a nuestra mesa y comenzaron a insultar a Violeta. Violeta les dijo que pararan, que ese no era un buen momento, de pronto, la tipa tomo el café de Violeta y se lo arrojó en la cabeza, yo traté de detenerla pero reaccióne demasiado lento, Violeta se puso de pie y salió corriendo, yo me levanté y me acerqué con la mesera para pagarle, después salí de la cafetería, camenze a buscar a Violeta, camine dos calles completas, al dar vuelta, vi a Violeta en la acera, ella estaba sentada, llorando.

Un chico cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora