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Sábado, 1 de marzo.

Hoy pasamos todo el día juntos. Digamos que fue una especie de "cita". Tuve que ir a su trabajo para pedirle el día libre, por suerte no se negaron.

Ella repetía constantemente que eso no estaba bien, que debía trabajar pero la hacía callar con mis labios y ella no oponía resistencia.

La llevé a un sitio alejado del barullo de la ciudad. "Este es un buen sitio para perderse." comentó Leah con ojos asombrados por la hermosura del sitio.

Parecía una niña chica, una inocente y dulce niña.

Aquella fría noche, mientras la sostenía en mis brazos, mi corazón y mi mente se pusieron de acuerdo.

Sí estaba pasando, estaba completamente e irrevocablemente enamorado de Leah.


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