Si se tiene el rostro muy seco puedes preparar una mascarilla con los siguientes ingredientes: una cucharada de nata, una cucharada de yema de huevo y unas gotas de aceite de oliva. Batir la mezcla y aplicar sobre el rostro. Dejar actuar durante 45 minutos y retirar con agua tibia. Conseguirás un rostro iluminado además de una piel tersa y suave.