El cutis debe limpiarse dos veces al día, por la mañana y por la noche. Una manera fácil de hacerlo es utilizando las cremas de limpieza. Con la yema de los dedos se disuelven suavemente las impurezas, acabando con un aclarado con abundante agua. De esta manera el cutis queda limpio. La crema de limpieza es el sustituto ideal de los jabones que resecan la piel.