Sus manos subían y bajaban por mi espalda, haciéndome temblar bajo sus caricias.
Yo seguía jugando con su cabello, pero también quería tocar su piel. Me separe de sus labios y resistí mi deseo de regresar a ellos ya que el grosor y el tono que se habían apoderado de ellos los hacían aún más deseables. Tome el borde de su playera y sin más ni menos la levante, en automático alzó los brazos dejándome sacar la en estos momentos estorbosa playera. Mis manos fueron a su pecho, sus manos a mi cintura y sus labios a los míos.
—Harry— jadeé entre besos.
—Eu— dijo rápidamente para regresar a mis labios.
—Estamos en la cocina.
— ¿Y?
— ¡Harry! — El sabía perfectamente a que me refería. Reproche y el gruño. Pero no será una situación “cómoda” el que alguno de los niños bajara y nos encontrara... Bueno tan solo de pensarlo es terrible. —Mejor vamos arriba— cambie mi tono a uno cien por ciento seductor —Asi no corremos tanto riesgo de que nos interrumpan— los ojos de Harry brillaron de deseo y en dos segundos ya corría por las escaleras conmigo en brazos.
Su cuerpo se amoldo a la perfección con el mío al recostarme sobre la cama, me dedique a observar su rostro centímetro por centímetro. Era perfecto. Acaricio mi mejilla haciéndome reaccionar, ambos nos miramos y reímos.
—Eres hermosa— al parecer el también me observaba con detenimiento. Sentí mis mejillas arder. Pero pase mis manos velozmente por su cuello atrayéndolo a mis labios y evitar que se diera cuenta de lo que había provocado.
Dejaba un camino de besos, bajo por mi mandíbula hacia mi cuello, un hormigueo me recorrió por completo al sentir su lengua en contacto con mi piel, bajaba por mi clavícula hasta la loma de mis pechos, a estas alturas mi blusa junto con mi short y su pantalón ya estaban en algún lugar del piso. Sus besos seguían bajando y por ende mi espalda se curvo. Momento perfecto para deshacerse de mi última prenda.
Ahora solo una capa ligera de sudor cubría nuestros cuerpos haciendo más delirante el roce de piel contra piel.
Una de sus manos se deslizo por mi cadera hasta mi pierna, la tomo haciéndome levantarla y acomodarla sobre su espalda dándole un mejor acceso a mí.
Clavaba mis uñas en su espalda y mis dientes en su hombro señal de que estaba por terminar. Tal vez quedarían un par de marcas, pero era eso o que todos los vecinos nos escucharan.
—No seré el único marcado…— jadeo entrecortadamente al recostarse sobre mi pecho. Hundió su rostro en mi cuello dispuesto a dejar una enorme marca.
…
— ¡Por favor!— implore por enésima vez —Solo será un rato.
—Si tú quieres ir ve. — dijo serio, ¡Mierda! Como odiaba que se pusiera asi.
—Sabes que si tu no vas yo no iré— me giré, cruce los brazos y enfoque mi mirada al televisor. Levanto su brazo y lo paso por mis hombros pero rápidamente me hice a un lado, haciendo que su brazo callera.
—No te enojes— dijo riendo —Ya sabes que no me gustan esas cosas y ni siquiera me agrada Christian ni yo a él como para aparecer en su casa— no emití sonido alguno, seguía mirando la tv. —Ven— me tomo por la cintura y me atrajo a él.
—Sabes…— quite sus manos —Yo si iré— me puse de pie y solo me acerque para darle un beso en la mejilla. —Iré a arreglarme— sus ojos estaban a punto de salirse, no esperaba eso.
— ¿Iras?— se puso de pie
—Si— sonreí —Dijiste que si quería ir fuera, no me voy a perder el cumpleaños de mi mejor amigo— Me di la media vuelta y corrí hacia las escaleras. En realidad iría, no faltaría solo porque Harry es un aburrido al que no le gustan las fiestas.
— ¡Hey!— escuche que me llamaba y después sus pasos detrás de mí.
— ¿Si?— hacia todo lo posible por ocultar mi sonrisa victoriosa
—Iré— afino la mirada —Pero solo un rato ¿Queda claro?— sonreí enormemente y me lance a sus brazos.*
— ¿Qué es eso?— dije casi en un grito al verla salir de la habitación
—Wow…— dijo sorprendida — ¿Sabes? No es lindo usar esa “expresión” cuando una chica se arregla solo para ti— hablaba indignada.
—Lo siento— me disculpé —Te vez hermosa— sonrió y acomodo su cabello ahora con grandes ondas. —Pero no me gusta que otros miren lo que es especial para mí— trate de hablar con mas tacto… pero no funciono.
—No me cambiaré— aclaró —Que no te pase ni por la mente.
—Entonces asegúrate de que nadie observe ese vestido rosa— sentencie señalándola con mi dedo índice. —Si no, no respondo por lo que le pueda hacer al que se atreva a mirarte.
*
—Amo cómo se te ven los pantalones ajustados…— dije rompiendo el silencio con el que bajábamos las escaleras. Además estaba siendo sincera tenía una visa increíble desde donde iba. Escuche su risa por lo bajo y volteo a verme. Sonreí y subí los hombros. —También ten cuidado de quien te mira— pasó su mano por mi cintura y beso mi mejilla.
Llegamos al piso de abajo y me sorprendí con lo que me encontré… Más bien con quien. Al ver a la pelirroja frente a nosotros, volteé a ver a Harry pidiendo una respuesta.
— ¿Nos vamos?— pregunto y sin dejarme responder siguió —Jennifer y Jared están en su habitación— La pelirroja me miro de arriba abajo despectivamente antes de subir las escaleras. Quería reír a carcajadas, pero Harry me mataría si lo hiciera.
— ¿Por qué me odia?— pregunte una vez en el auto
—No lo sé.
—Tienes que saberlo Harry es tu “mejor amiga”— hice comillas con los dedos.
— ¿Por qué las comillas?— rió
—Porque solo tengo una teoría de su estúpido odio hacia mí y eso implica que ella no te ve como “mejor amigo”— volteo a verme y seguía riendo.
—Estás loca.
—Eso espero— sonreí —Espero estar loca e imaginar porque si es verdad le arranco cada uno de esos teñidos cabellos.
—Hey ya…— tomo mi mano —Ya dejaste claro que estás loca.
— ¡Harry!— le reclame.
—Es juego hermosa.
— ¿Qué se te perdió?
—Sigue caminando— no teníamos ni diez segundos y ya estaba a punto de golpear a alguien.
—Te lo dije—me reclamo.
—Harry entonces deja de mirar a los demás y mírame a mi— lo abrace.
—Otro imbécil— me fue imposible no reír. —Hazle saber que no por ser tu “mejor amigo” tiene derecho a mirarte— carcajeé.
— ¿Por qué yo?
—Porque si lo hago yo será a mi manera y no quiero que estés detrás de mi reclamándome— sonrió hipócritamente y rápidamente quito la sonrisa reponiendo esa mirada de Mírame y te arranco los ojos.
—Celos innecesarios— pase mis brazos por su cuello. —Louis tiene novia y ninguno de los demás se me acercaría— bese sus labios —Si temían hacerlo cuando no estaba contigo, ahora con mayor razón se guardaran sus invitaciones.
—Eso espero— me acerque para besarlo pero unas llaves se interpusieron en mi camino.
—Para ustedes la habitación principal…—agito las llaves. Harry rodo los ojos al mismo tiempo que me soltaba y yo entre risas golpeé a Louis.
— ¡Feliz cumpleaños!— lo abrace efusivamente
—Gracias— respondió sonriente. —En el jardín hay más sillones y menos gente— me guiño un ojo —Ya vengo.
—No se lo dijiste…— hablo Harry en mi oído y reí.
—Vamos a fuera— tome su mano y lo guie hasta el jardín.
Llegamos al jardín y estaban Chad, Ryan, Jake y Tamara platicando animadamente.
— ¡Smith!— corearon los tres chicos al verme pero parecieron inseguros de acercarse al ver a Harry. Volteé a verlo y disimuladamente pregunte un “¿Puedo?”
—Como si fueras a obedecerme si te digo que no.
—Vamos
—N…
—No me gusta— lo interrumpí completando la oración que seguramente diría.
—Exacto— me apego aun más a él.
—No te gustan las fiestas, no te gusta bailar, no te gusta el color rosa— enumere con los dedos —No te gusta nada de lo que me gusta— reímos.
—Pero me gustas tú…— sonrió —Eso sobrepone lo anterior ¿no?
—Un poco— corte la poca distancia que había entre nosotros para unir nuestros labios.