CAPÍTULO 1

15 1 0
                                    

Me llamo, Diego soy uno de los pocos sobrevivientes que aún quedan, escribo esto esperando que quien lo encuentre, logre encontrarnos y sacarnos de este maldito lugar, me encuentro viajando con otra superviviente, ella ahora está herida y creo que no lo conseguirá, conseguimos llegar a este lugar, pero se que no va a durar mucho tiempo, esas malditas cosas saben que estamos aquí, es como si pudieran oler la sangre, mientras escribo esto puedo oír a esos malditos allí fuera acechando, buscandonos, tratando de encontrarnos.

Si estas leyendo esto, supongo que estas atrapado en este lugar igual que yo, te recomiendo esperar hasta el amanecer, esas malditas cosas son menos activas durante la luz del día, tendrás más oportunidades de salir con vida si esperas en este lugar, eh dejado una pistola tras el pedazo de concreto que esta en la esquina de la habitación, estoy seguro que te hará falta.

Bueno asumo que quieres saber más de mi y de cómo logre llegar hasta aquí ¿no?, te contare mi historia, no hay mucho que hacer aquí con ellos atrás de la puerta ¿sabes?.

Todo comenzó la noche del 16 de octubre, me encontraba trabajando en una estación del metro al otro lado de la ciudad, yo era uno de los chicos de intendencia, que estaban de servicio cuando el brote empezó, me encontraba limpiando uno de los andénes cuando de pronto comenze a ver a mucha gente entrando de prisa a los vagones del metro, era como si estuvieran escapando de algo o de alguien, yo no tenía ni idea de que era lo que estaba pasando, pensativo me acerqué a una de las personas que estaban cerca de uno de los vagones, le pregunte ¿oiga señor que es lo que está sucediendo?, pero no recibí respuesta de aquel hombre, pense que quizás no me había escuchado, por lo que puse mi mano en su hombro y repetí ¿disculpe, señor?.

En ese momento aquel tipo volteo hacia mi, su cara descarnada y su mirada tan perdida en sus propios pensamientos, si es que acaso esa cosa podia pensar, se clavo fijamente en mi, no hiso falta nada mas, sus ojos fríos y sin vida me hicieron saber que yo era su alimento, el miedo hizo que yo diera un paso atrás, tropecé cayendo al suelo, al tiempo que esa cosa se abalanzó sobre mi, en un intento de morder mi cuello, gritaba y jadeaba como un animal hambriento, eso llamó la atención de los que se encontraban intentando entrar en los vagones y pude ver a esas cosas, mirando en mi dirección.

Como pude intente quitarmelo de encima, poco a poco la fueza se me hiba, recuerdo que no podía sostenerlo más y cuando estuve a punto de soltarlo, un pensamiento vino a mi mente, mi regalo! un hermoso y pequeño cuchillo que había comprado horas atrás por motivo de mi próximo cumpleaños, recuerdo que lo había visto allí, no pude esperar y decidi comprarlo, recuerdo que pensé que habia gastado mucho dinero en eso pero, quien hiba a decir que tarde o temprano hiba a necesitarlo.

Lo saque rápidamente con una mano y con miedo, pero al ver que no tenía otra opción, lo enterré en la cabeza de aquella cosa, la sangre comenzó a caer de la cabeza de la criatura, el cuchillo paso a travéz de su cien y salio por uno de sus ojos, la criatura pataleo, grito y al final cayó con un horrible gemido, muerto liberandome así se su abrazo asesino.

Me levanté y corrí hacia la salida de aquel lugar, aquellas cosas corrían detrás de mi, me estaba quedando ya sin aliento pero sabia que podía conseguirlo, al llegar a la salida, creí que lo había conseguido al fin, que lograria salir de alli, pero me di cuenta de que todo había sido en vano, esas cosas, esos malditos zombies venían corriendo desde la ciudad, en ese momento me di por vencido, los zombies entraron y ya estaban a unos cuantos metros de mi, caí de rodillas llorando, - maldición había estado tan cerca, pense que lo habia logrado, este era mi final, yo ya no hiba a sobrevir todo había terminado y luego.

Deberías dormir amigo mio, si es que quieres salir de este lugar con vida, en unas horas comenzará a amanecer y tengo que llevar a mi compañera a un lugar seguro, esperó que hayas decidido ayudarnos y si no es así, espero al menos que esa arma te sea de ayuda en algo, nosotros nos dirigiremos a una fábrica a tres kilometros al este de este lugar, la comida se me acaba, y debo conseguir provisiones, asumo que encontraremos algunas en ese lugar, espero pronto logres encontrarnos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 08, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Día De Los Muertos VivientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora