8.El lugar favorito de Dylan

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-solo tienes que seguirme y confiar en que no es nada malo-dijo Dylan mientras salíamos del hotel

-está bien creeré en ti –lo seguí y me puse alado de él, me hacía sentir pequeña con los centímetros que me sacaba.

Caminamos hasta que llegamos a una calle sin salida donde habían rocas, era al pie de un lugar parecido a un cerro y para acabar con esta situación y precipitarme no parecía que subieran personas pero allí estábamos yo y el chico sexy liderándome a seguir por el camino que iba creando por las rocas empinadas.

-vamos Katya-me susurro

-porque susurras?-le dije susurrando también

Hizo señas raras que no entendí y me provocaron risa y luego apunto arriba, soló lo seguí y apretaba bien las rocas para no caer y me abrazaba de los árboles para descansar, no sabía porque susurraba solo sabía que subiríamos hasta arriba.

-si te cansas me dices para detenernos-me dijo mientras volteaba de reojo para asegurar que lo seguía de cercas.

-estoy completamente bien sigamos.

No hablo como durante 5 minutos, pero a pesar de ese silencio no era un silencio incomodo, podía seguir así detrás de él sin aburrirme. Iba admirando desde las rocas, plantas e insectos y también volteaba hacia atrás para ver todo lo que habíamos recorrido se veía ya todo chico y no se escuchaba el ruido de las personas, también iba viendo a Dylan y su manera de subir en vez de verlo agitado y sudado se conservaba tranquilo y llevaba el mismo ritmo como si apenas hubiera empezado, cómo si este lugar le perteneciera y fuera su casa, pero eran imaginaciones mías ya que él era un turista como yo y aparte su físico decía que de seguro practicaba un deporte.

-a dónde vamos?-rompí el silencio

-ya falta poco -se detuvo y me miro- estas toda roja...seguro puedes continuar?, podemos esperar.

-no estoy bien así –me apure y me puse a su lado para reposar un momento, que ya me estaba empezando a marear pero no quería admitirlo porque solo teníamos dos horas.

-bien...discúlpame por esto-se acercó a mí y me cargo en sus brazos

-no! Bájame esto es vergonzoso

-estas cansada y quieres seguir...es lo único que se me ocurre para que no perdamos las dos horas.

Me leyó la mente y tenía razón, había sido amable en esa media hora que sentí que no debía rechazar su intención y no me queje y me deje cargar.

Habían pasado como otros cinco minutos y yo me encontraba en los brazos de Dylan mirando hacia adelante porque me daban grandes nervios ver hacia arriba y tener que cruzar miradas en silencio...vale... este último pensamiento me dio miedo pero Porque tengo que evitar miradas si él fue quien me coloco aquí. Cuándo volteé hacia arriba él se encontraba de perfil viendo hacia adelante concentrado y con una sonrisa enorme como si disfrutara ese momento eso me hizo sonrojar y voltee hacia alado para evitar que me alcanzara a ver así ,pasaron como dos minutos y me bajo.

-ya llegamos?-dije incorporándome

-no...te baje porque pesas- dijo inclinándose un poco y sobándose la espalda

-maldito grosero- dije algo molesta y ofendida

-jajajaja no te creas Katy, ya llegamos lo que quiero que veas está detrás de esta cortina de árboles, pero la única forma de pasar es gateando así que iré yo primero y me sigues.

-bien vamos- estaba un poco emocionada ya que tenía curiosidad de que había al otro lado

Se agacho y empezó a gatear por el pequeño paso que había por debajo y así como me pidió lo empecé a seguir, paso menos de un minuto cuando se veía una luz delante de Dylan y en ese momento Dylan se salió y se puso de pie luego yo lo alcance y me pare con ayuda de él y me tomo de la mano y camine unos pasos hasta que dimos con una hermosa vista al mar era demasiado alto y daba una vista asombrosa que hacía que la vista del hotel se viera mediocre, el aire golpeaba increíble y los únicos ruidos que se escuchaban eran las olas golpear contra las rocas .

Siempre tendrás quien te ameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora