Cap. 2

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Al sentir sus dulces labios sobre los míos, pude saber lo que era ser tocado por un ángel, mis mofletes se tornaron de un rojo suave, y sentí un ardor interno que recorría parte por parte de mi cuerpo, una sensación realmente inolvidable.

Llegamos a su departamento, Samu vivía en un 8 tvo piso, y el lugar tenía una cochera, dejó el coche ahí y bajamos de el.- No hagas mucho ruido, no le he avisado a el dueño que traería un amigo -Me llamo amigo, no podía creerlo, es la primera vez que me decían así en tanto tiempo.- Puedo quedarme en algún otro lugar si te molesto, no querría ocasionarte problemas -Realmente, no quería...- No, tu te quedaras conmigo, ¿Entendiste?, no te dejaré ir -Me tomó de la muñeca tan bruscamente que pareció arrastrarme hasta su ambiente. Llegamos allí, parecía reconfortante, ese aire que tenía un hogar, acogedor, caliente, un tanto angosto, pero no me quejaría, es mucho más respetable que mi asquerosa habitación de ese maldito Cabaret donde me encontraba, no obstante, me dio algunos de sus ropajes, me quedaban un poco grandes, parecían bolsas de supermercado envolviendo un vegetal; Ellas tenían ese aroma a el... el dulce sentir de una persona con corazón. Luego de haberme ayudado, me sentí tan pordiosero, quería agradecerlo de algún tipo de manera, pero me encontraba en tan mal estado, no sabía como, seguro se me ocurriría algo.- Gracias, muchas gracias hombre -Solo eso se me ocurrió decirlo, mi mirada perdida era lo único que podía entregarle como agradecimiento.- No te sientas mal Guille, mañana iremos a comprarte nuevas ropas, ¿va?. -Su suave mirada me cautivaba cada momento, era simplemente, perfecta- Va. - Respondí. Me senté en una silla en el comedor y el preparó la cena, ¿Cocinaba, acaso el era un super hombre o algo así? Pensé, olía tan bien, no cometía errores, me gustaría quedarme con el, era como el paraíso. Sirvió la comida y comenzamos a comer, se podía sentir ese silencio incomodo otra vez.- Bueno... cuéntame más de ti, ¿cuantos años tienes, Guille? -Me preguntó.- Pues... tengo 21 -Contesté algo nervioso.- ¿Y tu? -Creí que sería cortez la pregunta- Pues, yo tengo 25 -Tan grande, pero con apariencia de alguien más pequeño.- Así que... no has salido de ese lugar desde hace 3 años me habías dicho ¿verdad tío? -Tocar ese tema era muy difícil para mi, aunque... si es el, podría hablarlo.- Pues, si, mi familia no se ha preocupado por mi, siquiera en buscarme, no les debo importar -Seguramente... era eso.- No digas esas cosas Guille, les importas, solo que... -Noté como no sabía que decir- ¿¡Solo que, que!? -Me exalté y luego reaccioné que estaba en casa ajena .- Lo... Lo lamento, no quería hacer eso -Mi rostro volvió a tomar esa coloración rojiza de verguenza.- No importa, claramente es algo dificil para ti eh chaval -Su falta de enojo, su dulce actitud... era realemente impresionante. Terminamos de comer y llegó aquel dilema de parejas, ¿Quién dormiría donde?.- Duerme en mi cama Guillermo, que yo dormiré a qui en el sofá ¿Va? -Ofreció su cama, no quería causarle molestias- No, por favor, ve tu ahí, es tu casa tío, no la cedas por mi -Era como un sueño hecho realidad- Insisto -Entonces, se me ocurrió una no muy brillante idea.- ¿Y si dormimos juntos? -Se me quedó mirando un rato en silencio hasta que soltó una risa.- Me parece bien, Guille -Y sonrió, en ese momento volvió ese ardor interno, era como una exitación pero avergonzada, no tenía ganas de hacerlo, pero si de estar junto a el, y solo con el.

Nos fuimos a su cuarto, y tal como era de esperar, todo era ordenado, limpio, muy reconfortante. Su cama era grande, apta para dos personas.- Espérame me cambio y nos dormimos -Comenzó a desvestirse, ¿¡Frente ami!?, no creí que lo hiciese, su bello cuerpo, esos músculos marcados y trabajados en gimnasio, sus grandes brazos, su espalda fornida cual musculoso. Sentí un cosquilleo en mi entrepierna al cual no decidí prestarle atención, solo me cubrí la cara para no pensar en cosas sucias.- Bien, entonces, a dormir peque -Eso sonó a un dulce apodo, era muy tierno conmigo a pesar de nuestra "Primera noche".- Bueno, creo que, si, mira la hora, y... eso, claro -Estaba muy nervioso, el sentir que dormiría con el.- ¿Te sientes bien Guille?, te veo algo nervioso y atontado -Dirigió su mirada a mi cara.- Ah, si, no es nada -Traté de Disimular. Me recosté del lado derecho, y en el izquierdo, cerré los ojos, y traté de dormir un poco, me sentía agotado, demasiado.

Tuve un mal sueño, lo cual causó que me despierte repentinamente. Miré el reloj que se encontraba frente ami; Las 04:35, era tarde, no obstante, sentí que había algo envolviendome, y era Samuel, sus brazos rodeando mi torso, una calidez recorrió mi ser, se sentía tan bien, no quería despegarme de el nunca. Lo abrazé y solo susurre;- Samu, por favor no me dejes -No quería que se vaya por nada del mundo. Al intentar cerraro los ojos nuevamente, algo presiona en mis labios. Eran los de el, junto a los míos, fundiéndose en un dulce beso, ¿Era sonámbulo?, ¿En que pensaba?, una cantidad de preguntas agobiantes caían sobre mi mente, solo las ignoraba mientras disfrutaba del momento, me sentía tan libre, tan feliz, era como un niño jugando en un parque con sus amigos, nunca encontraría esta satisfacción en ningún otro lado con ningún otro hombre. Era la perfección.

Me desperté tumbado en la cama suave y cómoda, Samu no se encontraba, no me alarmé ya que me había comentado que era un hombre de negocios el salía temprano, y solía volver tarde o algo así, me levanté y salí del cuarto. Sobre la mesa se encontraba una nota, estaba dirigida hacia ami;

"Guillermo, he salido al trabajo, toma lo que quieras de donde quiera, esta será tu nueva casa, volveré a la tardecita algo así por alas 19:00 ¿vale?, iremos a comer a un restaurant de por la zona, te he dejado algunas ropas que quizá te queden, son de mis primos y eso, bueno, ¡Cuídate!, A propósito, vendrá un chico para limpiar la casa ¡no le hagas nada eh!, que te conozco, su nombre es Alejandro Bravo, no te preocupes por el, limpia, ordena y se va, en fin ¡Buena tarde"

- Así que... Alejandro -Pensé en las miles de cosas que pudieron haber echo juntos ¿Esto eran celos?, no, debo estar enloqueciendo. Me dirigí a la alacena a revisar si había cereal, no puedo creérmelo que si había, enseguida lo tomé, lo serví en un tazón y los mezclé con leche, - pero este tío tiene de todo -Pensé. Entonces desayuné. Luego, tomé aquellas camisas y Jeans viejo que mencionaba y me dirigí al baño, también había ropa interior, este tío me sorprende más.Me desnudé en el baño, abrí la ducha y me meti en ella, el agua corriente era tan reconfortable, hace tanto no me duchaba con ella. Acabé de limpiarme y me cambié, si me quedaba bien la ropa, al parecer tenía buen ojo para esto. Sin darme cuenta, se hicieron las 16:00, ¡Pronto llegaría!. En ese momento, sonó el timbre, y al no haber nadie más que yo, abrí la puerta:- ¡Hey...! -El joven me miró con aspecto raro.- ¿Quién es usted, esta es la casa de el Sr. de Luque, ¿verdad? -Un jovial personaje risueño.- Pues, sí que lo es, soy su... amigo, por así decirlo -No sabía que más decirle.- ¡Un gusto entonces chaval!, ni me sentirás, soy Alejandro bravo, puedes llamarme Alex -se veía agradable.- El gusto es mio -Nos saludamos tomándonos las manos y le concedí paso, parecía agradable. Comenzó a limpiar mientras yo veía tele.

Depronto de hicieron las 18:00, casi era la hora.- ¡Bueno chaval es hora de irme! -Ya había acabado de limpiar. Lo despedí en la puerta y se fue. Era hora que me cambiase pero ¿qué me pondría?, no tenía nada elegante más que... un Jersey rojo y unos Jeans. Solo me puse esos y me senté a esperar viendo la tele.

- bua chaval buenas tardes -Dijo una dulce voz en la puerta, así es, el había vuelto.- ¡Samu, te extrañe! -Corrí a darle un abrazo- Vaya que si eh tío, bueno ¿has leído la nota? imagino que si -Con su gran sonrisa me dijo- Pues si, ese Alex era buen chico eh -. -A que si, pensé que se llevarían bien desde un Inicio, Bueno, dejame ir a cambiarme y saldremos peque -Estaba esperando con ansias este momento todo el día. Me agitó el pelo y se dirigió a su cuarto. El suave tacto de su mano... realmente me encantaba.

Morbus Cor [Enfermedades del Corazón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora