Cap. 4

7 1 0
                                    


Mis mofletes tomaron ese color rojizo de nuevo por tan solo el cálido abrazo de Samuel, podía sentir casi que flotaba entre los brazos de mi... amado, aunque me cueste decirlo creo que existía algo entre nosotros. No obstante de mis pensamientos cursis, sentí su mano adentrarse bajo mi camisa, tomé su muñeca y lo paré. Sabía lo que intentaba y... no quería arriesgarme a que le ocurriese algo.- Para Samuel, por favor, no creo que... deberíamos hacer esto -Dije desviando mi mirada hacia un lado de la cama- ¿A que te refieres, Guille? -No pude evitar volverle a mirar su dulce mirada con esa cara de perrito triste- Es que... no, no podemos -contesté tapándome la cara avergonzado- no creo que debamos... "tocarnos" -Probablemente me odiase por negarme, pero, no quería que le ocurriese nada malo- Sabes... tengo sueño, y el golpe no me ha dejado nada bien -reí nervioso- creo que, dormiré -Me di media vuelta, y me tapé hasta la cara con las sabanas y frazadas. El solo salió de la habitación con la mirada agachada sin decir nada. Me hacía sentir tan mal, solo decidí ignorarle y dormirme. Realmente, lo apreciaba mucho para que le pasasen... esas cosas.

Al día siguiente, me levanté de la cama y me tambaleé un poco, ahí fue cuando sentí que las cosas empeoraban. Caminé agarrándome de la pared ya que me sentía algo mareado y me senté en la silla- Joder, que maldito dolor -Masajeé mi frente tratando de relajarme. Encontré una nota de Samu sobre la mesa;

"Me fuí a trabajar,

toma lo que quieras,

nos vemos en la noche"

No era como una nota que habitualmente me dejaba, sonaba más... "frío" realmente me encontraba arrepentido por lo que había ocurrido ayer, tanto que... me sentía mal por haberme negado, pero fue lo mejor que había echo. Sin darme cuenta, recosté mi cabeza en la mesa, me sentía un poco mal, con nauseas, mi cabeza se hizo algo pesada. A pesar que no tenía sueño, mis ojos se cerraban. No entendía que estaba pasando. Tenía miedo.

Me desperté en... ¿una camilla de hospital? o al menos eso parecía, al lado estaba Samu y ya era de noche.- ¿Samu? -traté de levantarme, y fui parado por sus manos- No te muevas Guille -me dijo y me volvió a recostar- Te has desmayado en la casa, te vi tirado en la mesa, y me asusté demasiado -Me abrazó tan acojonado, y yo con mi cara de no entiendo nada. Solo le abracé.

Entró el médico, y pidió a Samuel que saliera al pasillo ya que debía decirme algo importante, con el ya afuera, se dirigió ami y me dijo:- Lamento informarle que hayamos el virus del VIH en su organismo tras unos análisis, esa fue la razón de sus malestares. Señor usted tiene sida -Esa noticia... yo nunca lo habría esperado así, sentí como el futuro se caía frente a mis ojos, me debasté psicológicamente- Se lo informaré enseguida a... ¿Su hermano? -el medico no sabía nuestra relación- ¡No, por favor! -Refuté, no quería que Samuel se enterase de esto.- No he podido comunicarme con ningún familiar de usted, así que supuse que ese muchacho sería su hermano, al parecer no. ¿Usted tiene familia? -Preguntó el hombre de bata, a lo que respondí:- No, él es... un primo muy lejano déjelo que yo le diré todo -y miré hacia un costado- Excelente, bueno, lo demás tendrá unos malestares de cabeza, articulaciones, fatiga, etc. Tome -Me dio un volante acerca de la enfermedad- Aquí dice todo lo que usted pasará; Bueno, llámame, seré su médico de cabecera ¿está bien joven? Lo llamaré al teléfono de su primo en unas semanas, así comenzará con el tratamiento si es que quiere hacerlo. Puede venir solo pero es recomendable que venga con alguien, por si algo le ocurre en el trayecto, hablaremos con más calma los costos y todo eso; Lo último que queda por ahora decirle es que ya le desconectaremos los sueros y eso en unas horas más, podrá cambiarse e irse con él. Le diré a la enfermera que haga pasar al chaval, buenas tardes. -Y se retiró de la sala. No pasaron 5 minutos hasta que Samuel entró algo preocupado, estábamos solos en la habitación, y... Yo no quería que se enterase de nada, veía como me excusaba- ¡Eh tío, me he preocupado por ti demasiado! -se acercó a mi para besarme acompañado a un gran abrazo, pero tuve que correr la cara- El médico dijo que tengo que estar lejos de... contactos porque, eh... estoy muy frágil -Rechazando ese beso, y aceptando el abrazo suavemente- Ah si, claro lo lamento peque. -Mis ojos se cristalizaban en lágrimas- ¿Qué te dijo, Guille? -Mi mente embrollada en pensamientos de mentiras y escusas, solo podía fingir que todo era normal- Ah n-nada raro tu sabes, solo era un poco de presión baja y esas cosas, ya me sacaran todo luego de unos análisis, no te hagas dramas por eso Samu. - ¿¡Cómo no preocuparme por ti!? Guillermo me has asustado mucho... -Inhalé para no llorar- No es nada, en serio... Samuel, deberías ir a casa a trabajar y yo volveré cuando me quiten todo. - Ni creas, te esperaré afuera tío, y volveremos ambos, fin de la charla, cuídate -Y me besó la mejilla, cosa que estaba bien, él no debía enterarse de nada.

Me sacaron al fin todas las conexiones esas raras del cuerpo, me cambié y salí de la sala, allí estaba el grandulón dormido de brazos cruzados aún con camisa y su pantalón de vestir.- ¿Vamos Samu? -Le agité el brazo, se despertó lentamente y me miró a los ojos- Claro que si Guille -Se paró y me tomó del brazo- ¿Vamos pequeña? -Rió- Samu... -Contuve una risa mientras lo miraba de reojo- Vamos, mi príncipe. -Y partimos hacia la casa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 21, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Morbus Cor [Enfermedades del Corazón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora