Cap.2

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Samuel lloraba e hiperventilaba en el servicio del instituto. Su ira le había vuelto a dominar por completo. Cuando se lo contara a la psiquiatra, le volvería a dar pastillas. Se lavó la cara, roja por el enfado y el calor, y levantó la cabeza. Vio en el espejo que detrás suyo estaban las dos chicas que le seguían a todas partes, sus "lapas" como les llamaba él. Rachel y Amanda se acercaron a él.
-¿Qué, te has relajado?- dijo Rachel
-Vete a la mierda, Rach.
-Oh, Samuel- dijo ésta -No te puedes culpar de esto. Has de culpar al idiota de Stephan, que va por la vida creyéndose el nova más.
-Eso es cierto- dijo Amanda, que era un mono de imitación.
-Tenéis razón chicas...
-Pues claro- dijo Rachel -Siempre la tenemos.
Samuel acarició el cabello rubio de bote de Rachel y salió del excusado, dispuesto a volver a casa.

Stephan seguía sin poder levantarse, a pesar de que Michelle le ayudaba con todas sus fuerzas.
-¡Michelle basta ya! Creo que me he roto el brazo...
-No te lo has roto, te lo rompieron. Hay que decirlo al director.
-No, Michelle, da igual...
-Oh no, Steph, no da igual. Ahora mismo voy a buscar a la enfermera a que te mire y luego voy a contarle esto al director.
Michelle salió del aula corriendo y se dirigió a enfermería. Stephan se quedó solo, tirado en el suelo, con el brazo izquierdo hinchado. En esos momentos Stephan se replanteaba el sentido de su vida: sus padres no le hacían ni caso, su hermana mayor estaba muerta y la menor, de 15 años, se había quedado embarazada. Su vida no tenía un puto sentido. Y si encontraba alguna, llegaba el gilipollas de Samuel y lo jodía todo. Pero en el fondo, no le molestaba tanto que Samuel le insultara, eso era lo de menos. Quizás es que estaba acostumbrado a cosas peores. Michelle llegó con la señora Thomas, la enfermera grande y regordeta del instituto, que tenía la fuerza de un elefante.
-Enseguida te llevo a enfermería, chiquillo, ese brazo no tiene buena pinta.
Michelle ya se había ido a dirección cuando Thomas cargó a Stephan en sus hombros y lo llevó a curar. Stephan se sentía ridículo, pero pensó que no hay mal que por bien no venga, y se dejó llevar por la enfermera. Lo tumbó en la camilla y le examinó el brazo.
-Oh, chiquillo, tienes una fractura en el antebrazo. Voy a escayolarte y te daré un justificante para que puedas faltar a clase esta semana. Tu compañera me lo ha contado todo...
En ese momento entró el director en la sala, con aire preocupado.
-Señorito Devlin, la señorita Hawks me lo ha contado. Debo decirle que vamos a expulsar a Samuel Jenson una semana. Voy a comunicárselo ahora mismo.
<Mierda...> pensó Stephan. Sabía lo que ocurriría si Samuel se enteraba...

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2015 ⏰

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