Sale del baño quitándose la coleta y coge el móvil. Llama a Harry, su mejor amigo. Le necesita. Quedan en la esquina de siempre. Se coordinan: Harry lleva el tabaco y Charlotte el papel y el mechero.
- Necesitaba esto.
- Lo sé, pequeña. Un cigarrito conmigo siempre es bueno.
- Si, necesitaba huir, evadirme de la realidad.
- ¿Lo has hecho? Ya sabes a lo que me refiero.
- No, no he podido. He preferido llamarte para tranquilizarme, ya sabes.
- Llámame cuando sea, la hora que sea, sabes que siempre te lo digo.
- Gracias, tú eres el único que sabe tranquilizarme y el único en que confío.
- Para eso estoy, gusana. – La abraza y la acaricia. – Anda trae, que ya no sabes ni fumar jajajaja. – Le quita el cigarro y se ríe de ella. Fuma y le echa el humo en la cara. - ¿Ves? Así se fuma.
- Idiota, yo fumo como quiero. – Pone cara de enfadada pero con una ligera sonrisilla.
- Sabes que me encanta meterme contigo, friki. – Harry se ríe de ella. Le encanta esa carita que pone de enfada.- Anda tonta, que es broma. – Finalmente la abraza.
- Bueno, me voy a casa que tengo que hacer cosas. – Le da un beso en la mejilla y se va. De lo que no se ha dado cuenta Charlotte es que su amigo ha conseguido introducir la mano en su bolsillo con fines...
...
capítulo corto.