Recuerdos

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Narra Sherlock Jr.

Estaba en la sala de espera del hospital.
Papá, Mamá y mi hermano también estaban conmigo.

Aquel olor a medicinas y a desinfectante invadía el ambiente y los médicos no dejaban de pasar sin decirnos nada.
Mamá lloraba mientras mi padre intentaba calmar su llanto, pero todo era inútil.
El abuelo no salía del quirófano y nadie nos decía nada.
Mi hermano tenía recostada su cabeza en las rodillas de mi padre mientras yo estaba sentado junto a mi madre.

El tiempo pasaba y seguíamos sin noticias.
Por fin mamá había dejado de llorar cuando el tío John llegó.
-¿Se sabe algo?- preguntó el tío.
-No aún no- dijo papá besando el cabello de mamá.
-¿Quereis que me lleve a los niños?- dijo él amablemente.
-¡No!- protesté -yo me quedo-
-Yo tengo sueño- bostezó Hamish.
-Vale- dijo Papá con una sonrisa -llévate a Hamish-
-Está bien- dijo John agarrándole en brazos -avisadme si sabéis algo-

Al poco de irse, un doctor con la bata llena de sangre vino a vernos.
-¿Familiares del señor (T/Apellido)_____?- dijo.
-Si- dijo mamá sollozando -¿Cómo está mi padre?-
-Lo siento mucho- dijo él - no logró sobrevivir a la operación por la pérdida de sangre-
-No...- dijo ella rompiendo a llorar -dígame que es mentira por favor-
-No lo es señora Holmes- dijo él - su padre ya no está-

Mamá lloró con fuerzas y se abrazó a mi padre.
En aquel momento todo mi mundo se derrumbó y comencé a llorar yo también.

Yo y mi abuelo teníamos una relación muy especial pero por culpa de ese Moriarty todo se acabó.
Cuando Nos dejaron pasar a ver el cuerpo, mi padre me agarró entre sus brazos y secó mis lágrimas.Mi abuelo yacía sobre aquella mesa metálica, parecía que estaba dormido.
Miré a mi padre con las lágrimas cubriendo mis pequeños ojos y él besó mi frente.
-Piensa que ahora estará mejor- dijo él -aunque no creo en esas cosas-
-Lo sé- dije secando mis lagrimillas -pero no quería que muriese papi, fue culpa mía-
-No- dijo seriamente -fue culpa de Moriarty amor. Tú y tu hermano no tenéis la culpa de nada-
-Le extrañaré mucho papá- sollocé.
-Lo sé amor- dijo besando mi cabello para dejarme en el suelo -Volvamos con mamá-
-Espera- dije soltando su mano.

Corrí de nuevo junto a la camilla donde estaba mi abuelo, tomé una silla y me puse sobre ella para alcanzar su mejilla.Posé mis labios sobre su fría piel y le dediqué un dulce y suave "Hasta pronto" junto a un "Te quiero" antes de abandonar la sala con papá.
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Me desperté por un fuerte golpe en mi estómago.Al abrir los ojos, pude ver a la pesada, irritante pero hermosa (T/N)_______.Ahora tenía 14 años recién cumplidos y era demasiado linda, igual que mamá.
-¡Buenos días!- chilló -¡Feliz cumpleaños!-
-No grites- reí para tumbarla a mi lado con fuerza -¿Quieres despertar a los vecinos?-
-No- rió -aparta tu enormes brazos de mi cuello-
-No quiero- dije presionando más mientras reía.
-¡Papááááááá!- gritó -Hamish me está pegando-
-¡Mentiraaaaa!- grité levantándome.
-Baja a desayunar cuando estés listo- dijo ella.-Si- dije.

Fui a mi baño y me arreglé dándome una buena ducha y afeitándome.
Me puse una camisa de cuadros azules, unos vaqueros ajustados y unas converse grises que hacían juego con la chaqueta que agarré.
Coloqué mi cabello en su sitio y salí de mi habitación.
-Buenos días hermano- dije con una suave sonrisa.
-Hola- dijo secamente, ya que era muy gruñón por las mañanas.
-¿Resaca de anoche?- dije burlón.
-No me hables ¿Vale?- dijo molesto -tu nunca la tienes-
-Porque tengo algo que se llama autocontrol- dije guiñándole el ojo con burla.

Hamish era un poco más bajo que yo, siempre fue así desde que éramos críos y todo el mundo creía que él era el menor de los dos.
Al ser más bajo que yo siempre tuvo el mote de Hobbit, cosa que odiaba con toda su alma.
Ambos éramos musculosos pero no demasiado y todas las tías del instituto querían salir con nosotros.
Por mi parte, yo no quería nada con ninguna de ellas pero mi hermano siempre aprovechaba la primera oportunidad.
Yo era más bien el empollón, el tímido, el que casi nunca hablaba con la gente a no ser que le hablasen primero, El que siempre aprovechaba para aprender cosas nuevas... y esas cosas se las estaba pegando a mi hermanita aunque ella también tenía su lado salvaje para ser tan niña y creedme... Hamish y yo tenemos que ir vigilando todos sus pasos para que no haga nada malo.

Al bajar a desayunar, Papá estaba sentado en la mesa con el periódico mientras mamá, la pequeñaja y la señora Hudson ponían la mesa.
-¡Buenos días!- dije sonriendo mientras Hamish se mantenía serio.
-¡Felicidades Chicos!- dijo la señora Hudson abrazándonos -no me puedo creer que ya tengáis 18-
-Los años pasan para todo el mundo- dijo mamá sonriendo para darnos un fuerte abrazo y uno de sus besos en la mejilla -felicidades mis niños-
-Gracias mami- dijimos sonriendo.
-Sherlock...- dijo ella seria mirando a papá -¿No tienes que decir algo?-
-Felicidades- dijo él sin despegar la vista del periódico.-Gracias papá- dijimos más serios sentándonos en la mesa tras ayudar a las chicas.

Papá estaba todo el día centrado en sus cosas, antes él no era así pero desde lo del abuelo cambió.
Ahora solo quería resolver casos, todos los posibles y en el menor tiempo posible.
Parecía que el resto de la familia le daba igual y a mí me molestaba, ya que yo quería ser como él cuando era niño.
-Papá- dije -me han aceptado en la universidad de criminología y a Hamish en medicina-
-Que bien- dijo sin apartar la vista del periódico. Era obvio que no me había escuchado.
-¡Eso es maravilloso!- dijo mamá -¡Estamos muy orgullosos!-
-Eso dilo por ti- dijo Hamish en un susurro que solo yo escuché.-Lo sabemos mamá- dije fulminando a mi padre con la mirada.

Al terminar el desayuno, los tres agarramos nuestras cosas y nos fuimos a correr un rato por Hyde Park
Pasar tiempo con mis hermanos me encantaba y esperaba que la universidad no cambiara esas cosas.

Hasta el final (Sherlock Holmes y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora