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"Hola Ni..." Saluda el castaño amable al día siguiente. Niall lo mira con el ceño fruncido, claramente incómodo con el apodo.

Liam se da cuenta de ello y empieza a disculparse "Oh Dios, lo siento, lo siento, no volveré a llamarte así, perdóname"

Niall suspira, calmándose y le dice "No te preocupes, puedes llamarme así" Dándole una sonrisa, o lo que él cree que es una sonrisa. No sabe muy bien como se sonríe últimamente.

"Bueno, está bien, gracias, mira, te traje esto" Dice después el castaño, pasándole una barra de chocolates. Niall lo mira con desconfianza. "Sé que te gusta el chocolate" Agrega Liam.

"Pero no me gusta que otra gente me los compre" Dice en voz baja el ojiazul.

"Pero somos compañeros" Retruca Liam, como si fuera suficiente motivo. Y no lo es para Niall.

Gente que debería haberle comprado todo, no lo hizo. No quiere nada de otros.

"Gracias Liam, pero no gracias" Dice entonces, con voz más fría. Y Liam traga saliva, metiendo el chocolate en su bolso lentamente.

"¿Seguimos?" Pregunta después Niall. Liam asiente. Y siguen trabajando.

Más tarde, todos los alumnos son convocados al escenario debido a un importante concurso de poesía armado en el día.

Niall tiene un mal presentimiento sobre eso, apenas al escucharlo.

Prefiere quedarse en clase, aunque sea solo, pero como los organizadores son niños ricos que necesitan ser el centro de atención de todos, Niall es obligado a asistir.

Una vez que llega al lugar, la primera persona en quien se fija, es el moreno que le ha comprado 100 rosas rojas el día anterior. Niall no las recibió, por supuesto, y ahora adornan los pasillos de la universidad.

Zayn. Poesía. Apuesta. Todo tiene sentido.

Niall ya está a punto de voltear y echar a correr hacia otra dirección, cuando su nombre es llamado en el escenario.

"Niall!, allí está la inspiración de estos versos. Princesa, ¿puedes escucharme?" Dice Zayn en el micrófono.

El pelilila nota todas las miradas sobre él. Muchas miradas suelen estar sobre él en general, pero lo de los últimos, ha sido exagerado.

Resopla frustrado y se queda, no da un paso adelante, tampoco uno atrás. Solo se queda a escuchar.

Zayn sonríe y una vez acomodado frente al micrófono, empieza a decir

Si amarte es un delito, delincuente yo seré, cumpliré con mi condena,
pero jamás te olvidaré.

Niall podría vomitar ahora. Pero eso sería llamar más la atención, y es algo que desea evitar.

En el cielo viven las aves, en el mar los peces, en la tierra el hombre
y en mi corazón tú nombre

Continúa como si fuera lo más romántico que ha hecho en su vida. Para Niall, esto es lo más ridículo que ha visto en su vida.

Y entonces, otra voz se escucha. Esta vez, es el ojiazul que le compró 100 margaritas, que ahora están a cada lado de cada rosa.

Al menos, los pasillos se han hermoseado gracias es esta estupidez.

Dicen que siete vidas tiene un gato, de ellas seis he quemado,
pero la última que me queda, la quiero pasar a tu lado.

Es lo que recita Louis. Y antes de que Zayn hable de nuevo, continúa.

Mi mejor apuesta, Narry. Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora