Capítulo 1 - ¿Imaginación o Realidad?

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Allison Argent abre los ojos en medio del húmedo y oscuro bosque de Beacon Hills. Ésta recostada sobre las hojas secas del suelo. Admira el lugar, moviendo los ojos hacia todas direcciones, tratando de orientarse. 

Completamente desnuda, se retuerce intentando levantarse. Logra flexionar las rodillas, y estruja un puñado de hojas.

Respirando pesadamente, Allison levanta la mano derecha y admira sus uñas largas que tienen un color amarillento. Poseía cabello largo, enmarañado y maltratado, lleno de ramitas y otras cosas, que le llegaba a cubrir el pecho y parte de los brazos.

Todo lo visualizaba borroso, parpadeaba rápidamente para distinguir el ambiente, pero la linda y brillante luz de luna, le ayudaba a enfocar mejor las cosas. 

En un movimiento repentino, colocó las manos contra el suelo y se impulso para erguirse. Se mareó, pero en unos segundos se recompuso.

Jadea rápidamente, como si erguirse representara un gran esfuerzo. Sin embargo, le dolió todo el cuerpo al hacerlo.  Quedó sentada, y apoyándose con más firmeza que antes, movió un pie delante del otro, volvió a empujarse con las manos y se alzo del suelo. Mantuvo el equilibrio, teniendo ambos brazos a cada costado de su cuerpo. Sus piernas temblaban un poco y apachurro suavemente el suelo con la planta de los pies. Encogió sus dedos y estiro pierna por pierna.

Inesperadamente, una corriente de viento , le llegó por detrás y se encogió en dirección hacia el suelo, mientras el frío le recorría el cuerpo entero y cerraba los ojos suavemente, titiritando. En sí, la temporada no era fría, pero no significaba que el aire helado se detuviera. 

Cuando la sensación se fue, empezó dando pasos ligeros. Al acostumbrarse dio pasos más fuertes y seguros, tales  y como eran antes. 



Mientras tanto, del otro lado del bosque, una mujer-coyote, corría a toda velocidad, persiguiendo a su presa: Un venado. 

Esquivando eficazmente cada uno de los grandes árboles del bosque, no perdía de vista a su objetivo. De pronto, el venado cambio de dirección fugazmente, a lo cuál, la coyote perdió el ritmo y choco de costado contra un árbol. 

Ésta, soltó un gruñido mostrando los dientes, viendo como el venado se alejaba cada vez más. 

Gruñó de nuevo, y comenzó a trotar hacia la dirección opuesta de dónde el venado se había marchado. 

Observando hacia todas direcciones, buscando una nueva presa. Oía atentamente, cada sonido que se originara del bosque. 

Haber caminado por metros, y no escuchar nada, la hizo rendirse, pero entonces escuchó un crujido, prestó atención, pero creyó que era producto de su imaginación. Siguió caminando y oyó otro crujido... dos.. tres.

Movió su cabeza hacia todos lados, esperando localizar de dónde provenía ese sonido. 

Los crujidos se hicieron más fuertes en sus oídos, y la coyote emprendió su ruta hacia la derecha, dando sus pasos cuidadosa y suavemente para no generar sospechas, o espantar a lo que sea que generaba el sonido. 

Se oía más y más fuerte cada vez, hasta que encontró la fuente de ese sonido: Una mujer. 

 Se colocó detrás de un árbol. Gruñó levemente, y a pesar de estar a unos metros de ella, la chica volteo la cabeza en dirección hacia la coyote. Allison suspiro al ver aquel animal. 

La coyote retrocedió al notar su mirada, al reconocer quién era la mujer. Bajo nuevamente la cabeza, retrocediendo aún más, y cambió a su forma humana, quedando desnuda también. 

Allison se sorprendió al ver que la chica enfrente suyo era Malia. 

Al principio y como era de esperarse, Malia no creyó lo que sus ojos le mostraban. Parpadeo y trago saliva ligeramente repetidas veces, para asimilar lo que veía. Le dio igual decirle al viento sus palabras.

"Como sea, que tiene de malo hablar con un muerto... es lo más normal del mundo. Tal vez es el hambre" pensó.

Pasaron minutos en los que ni ella, ni Allison comentaban algo.  Cuando al fin, pudo articular palabra en un tono burlón, sarcástico y  sonriendo:

-¿Allison?-. 





  



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