Cápitulo 2

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Después de meses nos volvimos a encontrar, una pequeña reunión que organizó mi prima; al verte me alegre pero no estaba segura si te pasaba lo mismo. Al verme, recuerdo tu expresión de felicidad, enseguida fuiste a saludar; me acuerdo que desde lejos gritaste mi nombre.
Al estar cerca me miraste como si te doliera no haber estado conmigo, yo sentía lo mismo sólo que no lo expresaba por temor a tu rechazo. Me preguntaste por mi número celular, con gusto y una leve sonrisa te lo di; estaba segura de lo que hacia y de que tu me buscarías para salir a charlar.
Unos días después de la reunión, paso lo que yo me había imaginado aquella tarde. Me hablaste para preguntar que si no estaba ocupada, para ti no lo estaría, fui capaz de dejarlo todo por salir contigo, para estar contigo al menos un rato.
Ese día me llevaste por un café y de ahí fuimos al parque a caminar, recuerdo que era una tarde cálida, tu tenias tu típico café americano y yo un pequeño frappe moka.
Tu, muy caballeroso, me llevaste a casa y me pediste un beso, claro yo muy tímida solo te di uno en la mejilla; al despedirte me susurraste al oído -nos veremos pronto, hermosa- te diste la media vuelta, pusiste tus manos en tu chaqueta de cuero y te fuiste.
Me quede sonrojada pero también estaba muy contenta puesto que sentía que lo nuestro seria una gran aventura.

Marcas de por vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora