Ese fue el comienzo de nuestra historia, recuerdo cada momento juntos cada emoción que me provocabas al verte, cada sentimiento que lograste surgir en mi.
Me encantabas, me gustabas lo admito; fuiste lo mejor en mi vida, las mejores horas, los mejores días. Me hiciste experimentar cosas que nunca pensé que haría y te lo agradezco por que a eso logre superarme.
Pero el chiste es contar nuestra historia; un día de invierno me invitaste a tu casa, yo muy gustosa acepte. Fuiste por mi, de ahí nos fuimos a tu casa; en la cual al llegar me di cuenta que tenía un aroma dulce y al entrar al comedor habías preparado todo como si fueras a comer con el presidente, en ese momento no sabia que ocurriría después, para la cena preparaste sopa fría y un pequeño pavo. Parecía que si me conocieras de toda la vida, ya que esa es mi comida favorita.
Terminado la cena me dijiste -Siento que esto va muy enserio Jeni, no puedo explicar lo que me provocas; eres perfecta para mi- yo me sonroje tanto que mis mejillas estaban calientes. - Me gustaría saber, si tu sientes lo mismo-
En ese momento saliendo desde lo más profundo de mi te respondí -Si, siento que esto va para largo; me gustas Samuel-
-¿Enserio?-
-Si, desde el primer momento que te me acercaste-
-Si es así, ¿te gustaría ser mi novia?- te arrodillaste para pedírmelo, lo recuerdo perfecto.
- ¡Si! - conteste muy entusiasmada
A los pocos segundos te paraste me cargaste y besaste como si no hubiera mañana.