Hola. Bienvenida a esta historia. Realmente la empecé porque me da pereza estudiar inglés y en realidad no sé si pueda terminarla. He aquí el intento del primer capítulo.
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Narra Emma.
-Hola, me llamo Emma, ¿y tú?- dije al chico que se sentó a mi lado en la mesa. Estábamos en el quinceaño de Ángela y de casualidad nos pusieron en la misma mesa. Yo aún no tengo 15, apenas 14, pero estoy próxima a cumplirlos.
-Soy Daniel, un gusto.- respondió aquel chico extendiendo su mano pero sin dejarme ver del todo su rostro. Sus manos eran muy blancas y su saco parecía de una tela finísima. Sin duda, era alguien adinerado. <<Interesante...>>
-Y...¿Cuántos años tienes?- traté de hacerle conversación, la verdad solo conocía a la dueña de la fiesta y ahora a este chico blanco adinerado, Daniel.
-15- respondió sin ganas. No parece ser tímido, creo que en realidad es algo vanidoso para que alguien como yo le hable.
-Ah, yo 14.-
-Qué bien.- dijo y se paró y trate de seguirlo con mis ojos pero no volví a verlo en toda la fiesta.
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Lunes de la siguiente semana.
-¡Angie!- grité en el pasillo del colegio y pasando pena.
-¡Emma!- corrió hacia mi. Somos muy buenas amigas en el salón.
-Debo preguntarte algo...-
-¿QUÈ ES? - dijo emocionada.
-En tu fiesta... Había un chico en la misma mesa que me ubicaste. En realidad estuve sin hablarle a nadie hasta que me anime a hablarle a él pero creo que no le agrade y se fue, se llama Daniel, de 15 años. O al menos eso es lo que dijo.- comenté
-Oh, si. Daniel. Todo un papasito y sólo tiene 15 años. Fuimos novios hace un año y algo...- dijo con tono normal. Wow, realmente fue incomodo que dijera que fueron novios, ufff. Bueno, Daniel está oficialmente descartado por si algún día fuera a pasar algo... <<Sí, claro, por supuesto. Sigue soñando Emma.>>
Realmente jamás he tenido un novio ni he besado a algún chico, soy todo un ángel.
-Ah, ¿sí?- reí. -Parecía ser bastante vanidoso - Viré los ojos- Noté que no quería mirarme a la cara. Sólo intentaba evitarme el muy...- me callé la boca.
-Sí, él es así al principio. Es como una armadura para protegerse de lo que él considera "loosers" y lamentableme la primera impresión que le diste es de toda una looser, sorryyyyy.- se burló y eso solo hizo que tal chico me cayera mal.
-En fin, ¿pasaste bien tus 15?- la empuje suavemente. -¿Cómo vas con Holki?-
Holkan era el chico que le gustaba a ella. Un chico de 19 años que es guapísimo pero solo hasta ahí, por lo demás, es una completa basura. Solo quiere llevársela ala cama y darle duro ese perro. En realidad como amigo te trata excelentemente bien, muy agradable, buen muchacho. La cosa es cuando el ya te agarra mas confianza de la que debe. Según él en su universidad no hay chicas con buen cuerpo, todas planas, y le sorprende que chicas de nuestra edad tengan EL SEÑOR cuerpo. En realidad no miente con lo de las chicas planas, todas sus novias parecen un culo andante. Yo, personalmente las describo como un "stick-man": son esos hombres palito, los que tú dibujabas en el jardín de niños que solo eran una bolita (la cabeza) y el cuerpo un palito del que brotaban cuatro palmitos más: los brazos y las piernas. Esos muñequitos son legendarios.
-Bailé con él...- dijo conteniendo la risa y vuelta un tomate casi podrido. -fue hermoso, baila excelente. Nos fuimos hasta bajo mijaaaaa- rió como loca y yo solo le puse seria.
-Bien, es hora de ir a clases niña. Mucho por hoy. -la tome del brazo.
-Ay, por dios. Ya casi son vacaciones, ya no estamos haciendo nada importante en la escuela, descuida.-respondió y yo solo gruñi bajito.
-Agh, solo empieza a caminar y ya, jo.- dije y caminamos al salón.
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Estaba haciendo mis tareas en casa cuando me entró una llamada a mi teléfono.
-Llamada Entrante: Angielouise-
Era Angie, contesté.
-Que quieres, Angilousie. Estoy ocupada.- dije algo amargada.
-Agh, no me digas que te vino la regla. - dijo desilusionada
-Pues sí. Mañana me verás llena de espinillas.-
-En realidad siempre te veo así.- dijo serio y hubo un silencio en el telefono. Me las va a pagar. - Era mentira loca.-
-Ya verás...- dije y cerré antes de ella pudiera evitar que me vengara.
