El Hombre Sin Alma

En el hades (pensamientos de Marcos)

En mis pupilas he llorado un mar, con cada gota se iba un pedacito del corazón hasta que formé un océano cuando gota a gota se ne fue el alma y hoy estoy nadando en vano.

Si vieras el desierto en mi pecho, no hay cuervos ni espejismos que lo adornen, solo un sol radiante que a secado mi océano, ¿tendré que dormar otro océano gota a gota hasta encontrar mi alma?

Cómo has logrado la manera que me atraen tus demonios, la atracción que nunca busqué se ha vuelto adicción, tienen el arte de construir amor en perfecta oscuridad. Es que sin demonios no hay amor.

[Los demonios lo describo como los defectos de cada persona, celos, manipulación, controlar, hacer sufrir, etcétera].

Desenterré tu dolor y lo cultivaste en mi pecho fértil como cuentagotas, es como vivir con la muerte quien desentierra a los dioses, dame el siglo sin época, acude a mis venas y habla por mi sangre, apagadme el alma para soportar tu amor.

Soy como el niño ambulante descalzo, con hambre y frío sangrando heridas por falta de lágrimas, las lágrimas que cayeron en mi piel hasta romper mis huesos quedándome el espíritu convirtiéndolo en fastama.

El dolor me preguntó que si intento ocupar su lugar y le pregunté que si no se había dado cuenta, el desamor se rindió a mis pies y me mostró su puerta pero me quedaba pequeña, la tristeza no quiso acompañarme y pensó que era única y la frustración quedó frustrada con mi presencia.

Al miedo le toqué la puerta y no quiso abrirme, la desilusión murió cuando volvió a verme y el amor que todo lo puede conmigo perdió la batalla. Tal vez mi tipo de sangre es o negativa por eso no encuentro a ningún donante que quiera donarme su amor, bueno si, tengo a la donante perfecta con un excelente tipo de sangre y me ha donado todo lo que siento.

Es el crimen perfecto y yo soy la víctima, jajaja, nadie vio nada y no dejó huellas. Quizás sea su inteligencia macabra o tal vez su dulzura infernal lo que la hace bella, como un ángel que deslumbra tus mañanas pero en el infierno con cenizas y humo.

Mi rumbo perdió su norte y mi norte se convirtió en sur sin ponerse el mundo al revés, se me eclipsó la vida y el amor no quiere amanecer.