The Blue Baby, Baby Blue leyenda o mito se refiere a una historia acerca de un extraño juego jugado por los niños que hace que un bebé que aparezca en tus brazos.
El Juego
Para jugar a "Baby Blue, Baby Blue", usted tiene que ir al baño por su cuenta, apagar las luces y cerrar la puerta. Entonces usted mira fijamente en el espejo, manteniendo en alto sus brazos como si estuviera meciendo a un bebé y repetir las palabras "bebé azul, azul del bebé" 13 veces sin cometer un error.Si lo haces bien, de repente sentir el peso de un bebé invisible en tus brazos. El bebé recibirá más y más pesado a medida que crece más y más grande. Usted sentirá que rascarse los brazos.
Antes de que sea demasiado pesado, usted tiene que tomar rápidamente el bebé invisible, lo tire por el inodoro y salir corriendo del cuarto de baño. Si no lo hace lo suficientemente rápido, una mujer horrible aparecerá en el espejo. Ella va a gritar "¡Devuélveme a mi bebé!" y gritar en voz alta lo suficiente como para romper el vidrio. Si usted todavía está sosteniendo al bebé, ella te matará.
Según la leyenda, un grupo de chicas se enteró de la historia de los azules cielos y decidió probarlo. Ellos no creían que iba a funcionar, por lo que enviaron a su amiga Laura en el baño por su cuenta. Ella apagó las luces y cerró la puerta detrás de ella. Laura puso los brazos y empezó a cantar la frase "Baby Blue, Baby Blue".
De repente apareció un bebé en sus brazos y comenzó a rascarse ella. Laura tenía miedo de su ingenio y no tenía idea de qué hacer. Quería dejarlo de lado y correr, pero tenía miedo de lo que pueda pasar. Ella se quedó allí con el bebé invisible a medida que crecía más y más pesado. De repente, ella alcanzó a ver algo horrible en el espejo del baño y gritó de terror.
Cuando los amigos de Laura oyeron sus gritos, trataron de abrir la puerta del baño, pero estaba cerrada. Por último, se las arreglaron para correr a la casa de un amigo para pedir ayuda. Cuando rompieron abrir la puerta, se encontraron con Laura yacía muerto en el suelo del baño. Sus ojos se habían tachado. No podían mover su cuerpo porque algo grande e invisible le estaba fijar a la tierra.