23 de Julio

34 6 1
                                    

Fran P.O.V

Me desperté con mucho dolor de cabeza, seguramente por todo lo que había bebido ayer.

Era sábado, por lo que no tenia ninguna obligación mas que quedarme en la cama, beber agua, tomar ibuprofenos y empaparme de American Horror Story.

Bajé a la cocina, encontrandome al abuelo y a Rachel sentados en el sofá, viendo una novela latina.

Tomé una botella de agua y volví a mi habitación.

Abrí un cajón y tomé un ibuprofeno.

El resto de la mañana, me lo pase exprimiendo Netflix.

A eso de las 4, decidí hacer algo con mi vida, así que llamé a mis amigas, que estaban igual de adoloridas que yo, para una salida al parque.

Las únicas que aceptaron fueron Emma y Ann, porque Marley tenía cena con su familia.

Llegaron a mi casa en unos minutos, tomamos algo de comida y fuimos a pie hacia el parque.

Nos tumbamos sobre el césped junto al lago, mientras hablábamos.

Emma nos contó sobre un chico ojiazul que había conocido, y Ann nos contó que había roto con Christian, porque el debia irse a vivir a estados unidos y prefirieron dejarlo por lo sano, lo que nos pareció muy bien a las tres.

Yo no conté nada sobre Camile, pero seguía pensando en el gran secreto que me había revelado ayer.

Una historia muy desgarradora pero con un buen final.

Después, fuimos a hacer un par de compras al supermercado para una improvisada pijamada en casa de Marley.

Compramos Nutella, Pringles, chocolates y pochoclos de microhondas, y al llegar a la caja, el mismo rubio estaba atendiendo.

Sin mirarnos, con la cabeza gacha, cobró nuestras cosas y solo habló para decir "20 dolares" a lo que Ann pago.

Estábamos yéndonos, cuando el rubio se giró y dijo:

-¿Puedes esperar un segundo? Tengo que hablar contigo.-Dijo, mirándome, a lo que les dije a las chicas que me esperasen afuera.

-Lamento lo de ayer, no quize caer sobre ti.

-¿Ese eras tu? ¿Te encuentras bien?

-Si...- dijo el, pensativo- espero no haberte lastimado.

-Por dios, no fue nada. ¿Y porque estabas peleando con Tho... Ese chico?

-¿¡LO CONOCES?!- Dijo, furioso.

-Eh..Eh si, ayer estuve hablando con el, me pidio perdón... Tampoco quiso decirme que estaba ocurriendo... ¿Puedes tu decírmelo?

-¿Como es tu nombre?

Un poco confundida, respondí:

-Francesca, pero yo...-

Me interrumpió.

-Okay, Francesca. Por nada del mundo quiero que vuelvas a acercarte a ese chico, ¿De acuerdo? Es peligroso.

-¿Peligroso? ¿a que te refieres?- Pregunté aturdida.

-Solo no lo hagas. Adiós, Rubia.- dijo, dando la conversación por terminada.

Me fui, confundida, pero antes de llegar a la puerta del supermercado, recordé que llevaba los mismos Jeans que la vez que conocí a este chico, por lo que busque en mi bolsillo y encontré el papel que me había dado.

Había un numero de teléfono, y debajo, decía Logan.

Me volteé sobre mis talones y dije:

-¿Logan?

El levanto la vista hacia mi.

-¿Si?

-¿Quien es Lily?

Su mandíbula se tensó.

-Era mi mejor amiga. Adiós, Rubia.

Di media vuelta y me fui del lugar.

Al salir, vi una moto, negra, aparcada a la entrada del supermercado.

Y a duras penas, oí a Logan hablar por teléfono.
...

Por la noche, en la casa de Marley, estábamos viendo una película, cuando de sorpresa, el short de Emma se tiño de rojo.

El verdadero problema era que Marley solo tenia Tampones, y Emma se negaba rotundamente a usarlos, y ninguna de nosotras tenia toallitas.

Así que todas decidimos-por esto me refiero a que todas ellas me obligaron por ser la que menos resaca tenía- que yo iría la estación de servicio a comprarle las toallitas a Emma.

Tomé el auto y llegue en unos pocos minutos.

Entré a la tienda y tomé un paquete de toallitas, y fui a pagarlas, pero una mujer mayor estaba pagando sus cosas, y parecía que tardaría un rato mas, así que di vuelta por los estantes, y fui al lugar de las revistas.

Encontré la PlayBoy, y me dio curiosidad-la misma curiosidad que podría darle a un niño al leerla a escondidas de sus padres- así que la abrí.

Pasando las páginas, mujeres despampanantes aparecían, algunas con mas ropa que otras.

En una de las ultimas páginas, una morocha vistiendo un camisón me pareció extremadamente preciosa.

Tenia una sonrisa dulce, a diferencia que las otras de la revista, que miraban jugetonas.

Decidí hacer una picardía estúpida y mediocre; observe si había cámaras, y al ver que no, arranque la pagina lo mas silenciosa que pude y la doble, para guardarla en mi bolsillo.

Fui a pagar las toallitas y la señora ya se había ido.

La chica de la estación de servicio me cobro y me fui de ahí.

Cuando llegue al auto, que estaba bastante sucio, me sorprendí al ver un pequeño mensaje escrito en el polvo del vidrio trasero.

Estaba aterrada, y confundida.

Alguien debía de haberme visto arrancando la pagina de la revista.

Asustada, tome una botella de agua de la guantera y la vacíe en el vidrio, llevándose el polvo y el mensaje con ella.

"Dejale algo a los Heteros, R."

¿R?

Vi a una moto negra que se iba de la estación.

Lograban verse unos cortes mechones rubios... Rubios.

R de Rubia.

Maldita sea, Logan había escrito ese mensaje.


Desalojada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora