22 de julio (pt 4)

21 6 0
                                    

Fran POV:

El cuerpo de este chico se derrumbó tan fuerte y sorpresivamente que no di a tiempo de apartarme.
Solté un pequeño grito de sorpresa al sentirlo sobre mí, pero este tardó unos pocos segundos en incorporarse.

Tenía una camisa blanca, unos jeans ajustados negros y unas zapatillas DC.

Su cabello estaba despeinado, hacía un costado.

En cuanto estuvo de pie, se abalanzó sobre un chico castaño que estaba riéndose con un grupo de chicos.

Antes de que pudiera darle un golpe, dos guardias lo sostuvieron de los brazos, llevándolo a duras penas a afuera.

-¡¡ESTO NO TERMINA AQUI, ROSS!! ¡¡NO SIEMRE TENDRÁS A TUS AMIGOS PARA PROTEGERTE!! ¡¡VOY A MATARTE, TAL Y COMO LO HIZISTE CON LILY!!-dijo el chico, mientras los guardias se lo llevaban.

Miré a mi costado, pero Camille ya no se encontraba allí.

Me levanté para buscarla, pero el castaño me detuvo tomandome el brazo delicadamente.

-Oye, ¿estás bien? Lamento lo de antes, no fue mi intención que callera sobre ti. ¿Te ha hecho daño?-preguntó, examinándola con la mirada.

-Si, si, yo estoy bien- dije, irguiendome bajo su mirada- un poco sorprendida, ¿Que ha sucedido? ¿Por que estaba tan enojado?- Pregunté.

-Nada- Parecía incomodo- problemas de chicos, no tienes que preocuparte. Entonces, ¿todo está bien?

-Si... ¿Has visto a mi amiga? Estaba aquí hasta hacia un segundo.- dije, mirando en cada rincón de la habitación.

-No, no la he visto.-contestó el, frunciendo el seño, confundido.

-Bueno, seguiré buscando. Gracias, cuidate.

-Dejame que te lleve a casa, tu amiga debe de haberse ido, la fiesta ya está por terminar, es tarde.

-No quiero ser una molesta, no te preocupes.

-Para nada, te lo debo, arrojé a un idiota sobre ti. Es lo menos que puedo hacer.

Solté una leve risa, y el sonrió. Vaya sonrisa.

-De acuerdo, gracias.

-Vamos, el auto está afuera.

...

Después de un corto viaje a casa en el auto del castaño desconocido, el aparcó el auto en la entrada y le bajó el volumen a la música.

-¿Segura que vas a estar bien?

-Que si, hombre. Por cierto, ¿como te llamas?

- Thomas Ross. ¿Tú?

-Francesca, solo Francesca.

-Entonces, Francesca solo Francesca, un placer. Aquí está mi numero, llámame... Alguna vez.

-Claro...- No estaba segura de que iba a hacerlo- Bueno, adiós Thomas.

-Adiós Francesca.

Salí del auto y entré a mi casa, por la ventana, vi como se iba.

Subí a mi habitación y me quité los zapatos, me avalansé sobre mi cama y quede profundamente dormida, pensando en los extraños sucesos de ese día.


Desalojada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora