Because of you

Capítulo 18.- De zorras, perras y sorpresas.

Los personajes de Bleach son propiedad de Tite Kubo.

Advertencias: Contiene OoC. AU.

La historia es una adaptación del Dorama Bad Couple.

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BECAUSE OF YOU

Capítulo 18.- De zorras, perras y sorpresas.

Ichigo se quedó mirando la taza fría de café que seguía a la mitad, ya sin intenciones de beberla. Rukia apenas había salido del restaurante.

Pero de improviso el chico se puso de pie, sacó de sus bolsillos algo de dinero y lo dejó sobre la mesa, después salió corriendo del lugar. Sabía que había algo más detrás de aquellas palabras, tardó en comprenderlo, pero ahora no dejaría ir a Rukia, lucharía por ella y por su felicidad.

Él le haría ver que sus miedos eran infundados.

Ichigo salió del restaurante y miró hacia los lados, encontró a Rukia del lado izquierdo, llegando a su coche.

—¡Rukia! —gritó mientras corría hacía ella esquivando a un par de personas para golpearlas.

La muchacha mencionada giró y se quedó inmóvil viéndolo acercarse.

Luchó por retener las lágrimas, amaba a ese hombre y le dolía alejarse de él, pero era lo mejor. Ya lo había entendido, sus diferencias no les permitirían estar juntos.

—Rukia escúchame. —pidió Ichigo agarrándola de la muñeca. —nosotros nos amamos, y eso es suficiente para vencer cualquier miedo, para enfrentar a mi familia por ti. —declaró el chico.

"¿Eso es lo que quieres? ¿Separar a una madre de su hijo? ¿A una hermana de su hermano? ¿Vivirías feliz sabiendo que alejaste a Ichigo de nosotros?"

—Por favor, deja de hacerme sufrir. —pidió ella viendo los ojos del muchacho. Rukia estaba haciendo un sacrificio muy grande al alejarse de él, e Ichigo sólo aumentaba su dolor al pedirle que se quedara con él y al decirle que la amaba.

Ichigo apartó su mano inmediatamente. Los ojos violetas reflejaban dolor, angustia y desesperación.

—Lo siento. —se disculpó el chico para luego alejarse de ella.

Él quería casarse con ella, pero no a costa de hacerla sufrir. Nunca se había puesto a pensar en que su actitud le estaba haciendo daño a Rukia, por eso ahora, aunque se muriera de dolor, la dejaría libre.

Esa noche ninguno de los dos pudo dormir pensando en el otro.

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Esa mañana Ichigo se encontraba en el invernadero de la facultad, estaba revisando a una planta que sufrió de una plaga, pero su rostro se veía triste. Ya habían pasado tres días sin saber de Rukia.

Para su sorpresa Byakuya lo había intentado reconfortar diciéndole que su hermana sólo estaba confundida y que era cuestión de tiempo para que perdiera su miedo. Pero eso no fue suficiente para él.

—Profesor. —llamó su asistente, quien ya había perdido toda esperanza de conquistarlo. —Lo busca una muchacha.

—¿Quién? —preguntó sin dejar de ver la planta, pues de sobra sabía que no era Rukia.

—Yo. —anunció una voz dulce, conocida por el chico.

—Riruka. —pronunció volteando a verla. Ella se encontraba parada uno metros de él, usaba un traje sastre en color melón.—Gracias. —le comentó a su asistente, quien entendió que era momento de retirarse.