¿Alguna vez te haz sentido atrapado, la presión por tus venas, la desesperación por tu cabeza?, despertar con ocho personas más completamente desconocidas, a las que no conoces.
Un lugar desconocido, sin razón alguna de por que estas ahí.
Van dos días exactos, y nadie sabe donde está o por qué se encuentran en ese lugar. Debbie se mordía el labio con demasiada frecuencia.
- De acuerdo, sus nombres - Su voz rompió todo el silencio que había en la habitación.
- Soy Michael - Dijo el chico de cabello rizado con mirada de locura, como si fuese a enloquecer en cualquier momento.
- Soy Kate - Dijo esa chica misteriosa de cabello café oscuro.
- Jena - Dijo cortante la chica de cabello negro, que miraba a todos y cada uno de ellos con seriedad.
- Yo soy Thomas - Se presento el chico rubio ojos oscuros.
- Me llamo Steve - Dijo esté y se relamió los labios, estaba nervioso como todos.
- Mi nombre es Jude - El se pasaba una mano por el cabello, mientras maldecía en voz baja.
- Trina - La chica de larga melena rubia solo se miraba sus dedos.
- Nicolas - El perdía su mirada de vez en cuando.
- Debbie - Dijo la rubia de cabello debajo de las orejas, la que rompió el silencio, la ruda Debbie - ¿Alguien tiene algo que ver con esto?, ¿Alguien sabe donde estamos? - Ella calló.
- Ninguno de aquí sabe como llego en este lugar. Todos estamos tan eufóricos como tu Debbie.
- Excepto yo - Dijo Michael, había llegado el momento en el que rompería en locura - Siempre he estado en lugares en los que no hay nada, lugares vacíos, sin oír ningún ruido - Comenzó a balbucear, todos lo observaban.
- ¿Estas bien? - Preguntó Jena, Michael la observo con miedo.
- No - Respondió Michael, comenzó a temblar, y a observar a todos, ¿Quienes eran esas personas y por que lo observaban?, a el, a Michael, el chico solitario, el chico con problemas mentales, nadie nunca había deseado verlo, el aterraba a su vecindario - No tengo a nadie - Respondió con tristeza, perdiendo su miraba en las blancas paredes que separaban cada habitación.
- Esto es una locura - Aclaró Kate, que comenzó a caminar de un lado a otro - De acuerdo - Dio un chasquido - ¿De donde eres? - Apuntó a Nicolas.
- Yo... No recuerdo... Solo sé mi nombre - Respondió asustado Nicolas, con miedo en sus ojos - Kate soltó un bufido.
- ¿Alguien recuerda algo más que sus nombres? - Pregunto Kate, de no ser así, Kate no tendría otro plan por intentar. Todos se negaron.
- Yo no tengo recuerdos - Dijo el chico con problemas mentales, Jena, alguien con casi la misma mente que Michael, se puso a su lado y lo abrazó, Kate solo los miro extrañada, Steve llamó la atención de Kate.
- ¿Tienes algún plan para salir de aquí? - Dijo esperanzado el atractivo Steve.
- Lo tenía, pero no recuerdan nada - Respondió Kate.
- ¿Tu recuerdas algo? - Preguntó Trina, la de la larga melena rubia.
- Estoy con la mente en blanco - Dijo Kate y se tiro al piso, como todos los demás.
Un sonido aturdió los oídos de todos, provocando que estos hicieran una mueca de disgusto y dolor. Se oía en una de las habitaciones. Thomas tuvo curiosidad - No te atrevas - Le advirtió Debbie - Es mejor soportar el dolor de tus oídos. Thomas dejo su curiosidad atrás y no volvió a mover algún otro músculo. El chillido paró, todos se tranquilizaron, pero eso quedó atrás en cuestión de segundos, por que después del chillido, estalló algo que hizo que sus corazones se congelaran. Michael estalló en grito, el miedo se hizo presente una vez más, el primer día todo el silencio había sido remplazado por gritos de Michael, Debbie pidiéndole a gritos que guardara silencio, Steve maldiciendo por ratos, y demás características de un completo caos. Pero esos gritos no podían reemplazar lo que en este momento estaban sintiendo - Tengo que verlo que hay ahí - Dijo Thomas levantándose - De otro modo tendremos que soportar estos ruidos y los gritos de Michael - Michael solo volteo a verlo. El ruido se detuvo - ¿Alguien irá con migo? - Preguntó Thomas.
- Te acompaño - Dijo Steve y Thomas lo ayudó a levantarse.
Poco a poco todos fueron atreviéndose, el último fue Jude, con un poco de miedo finalmente se digno a ir. ¿Cuál de esas seis habitaciones iban a pasar?, por tan blanca que sea cada puerta por dentro podría ser un completo desastre y dar fin a tu vida, y eso no buscaban ellos, ellos querían salir de ese lugar, con vida. Todos estaban frente a las puertas - ¿La primera? - Preguntó Debbie, y los demás asintieron. Iban a entrar en la puerta numero uno. Thomas tomo la perilla entre sus manos y observo a todos, y todos lo observaban a él. Era hora. Thomas abrió la puerta, había un largo túnel, oscuro. Ellos cruzaron ese puente, y llegaron al final, estaba una cubierta de cristal que le permitía ver lo que pasaba ahí dentro, era una clase de jungla tranquila, pero no se sabía, no había animales, no había nada.
- ¿Por esto tuvimos miedo? - Preguntó Trina.
- No se sabe - Respondió Nicolas, quien se puso hasta el frente y se dio cuenta de que había un botón rojo que con letras rojas decía ''Presionarme si deseas salir'' y una advertencia agregada ''Una vez adentro no habrá vuelta atrás''. A Nicolas se le hizo un nudo en la garganta - Adelante - Le indicó Jena percatándose de su miedo - Esto lo queremos todos - Nicolas volteó a ver a Jena, que temblaba demasiado. Nicolas presiono el botón, el estómago se le hizo un completo nudo. Pero la hora ya había llegado la hora. La cubierta de cristal se deslizo para arriba. Todos dieron un paso enfrente, salieron a esa jungla.
- ¿Pero qué es este lugar? - Preguntó Jude.
- ¿La jungla del miedo? - Respondió pesimista, a Michael le causó gracia - ¿Michael de qué te ríes? - Algo explotó a lo lejos, Michael gritó, todos se fueron al suelo. Un sonido, más bien un rugido de algo o alguien sonó a lo lejos. Cada vez se acercaba más.
- ¡Corran, corran, CORRAN! - Gritó Steve, todos corrieron buscando alguna salida, corrían por el extraño pasto artificial, esta jungla no era normal, no había la ''tranquilidad'' que en una jungla normal había, esta era distinta, creada para acabar con humanos, era hora de evolucionar, un mal paso y acabó con todo, cambiando de planes, acabando con todo lo que tenga a su paso. Debbie dio un mal paso, tropezando con una piedra - ¡Debbie! - Steve fue a levantarla.
- No puedo, mi tobillo - El sonido era más fuerte, Steve la levantó en su espalda, algo les llamó la atención, el piso se estaba abriendo, Thomas volteó a su alrededor, buscando una solución, no la encontró. El piso se abría cada vez más y ellos no iban muy lejos de la catástrofe - Tendrás que dejarme ir Steve, es por el bien de ti y los demás.
- Todos saldremos de esto - Steve la sostuvo más fuerte, pero no sirvió, la tierra los alcanzó, haciendo que todos cayeran por la oscura grieta.
Primer capítulo.
Foto de galería: Debbie.
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