La grieta los trago por completo, ahogando sus gritos, ahogándolos a ellos, una gran grieta, una gran caída. Pero ese no había sido su final, había sido su comienzo. Cada uno por lugares distintos, la grieta era una clase de obstáculo más. Todos comenzaron a toser. Jena se retorcía - ¿Están bien? - Preguntó Thomas - Jena... Jena - Ella no respondía - Thomas la tomó con ambos brazos - ¡Jena! - Ella reaccionó - ¿Estas bien?
- Hey, Thomas, encontré algo... - Thomas volteó y Debbie le mostró lo que había a un lado de ella, un camino, posiblemente una salida, ¿Sería segura?
Thomas ayudó a Jena a levantarse, y todos caminaron hacia el camino, estaba iluminado con luces, ¿A qué se debería eso?, los zapatos de cada uno resonaba en el piso metálico, sus respiraciones hacían eco, Kate temblaba, esto era nuevo para todos. Iban a la mitad del camino, Michael comenzó a respirar frecuente, su miedo se hacia más grande. No vencerían su miedo si no lo enfrentaban, Michael dejó su miedo atrás, comenzó a hacer ruido con su boca para llenar el eco - ¡Michael, cierra la boca! - Susurró Debbie, Michael obedeció, un ruido, ninguno decidió hablar, ni siquiera Michael que lo ansiaba. Eran pasos, no parecían pasos de personas, eran pasos de animales, rugidos, ¿Los rugidos se harían presentes esta vez?, Jena apenas podía caminar, nadie traía una arma, no había salida, tendrían que enfrentarlo, todos caminaban con el mismo paso, salieron de ahí, ¿Donde estaban los rugidos?, en lugar de sentir miedo, tenían desesperación por enfrentarlo todo, al menos Debbie, Thomas y Steve, Jude tenía miedo, pero, ¿Quién no lo tendría?.
Salieron, de ese túnel metálico, Nicolas se rascó la nuca.
- ¿Tendremos miedo de verdad? - Dijo Trina temblando, Thomas la miro.
Esto se ponía cada vez más extraño, o solo ellos estaban desesperados, esto no era cosa de todos los días. Michael comenzó a tararear una canción desconocida para los demás. Jena aún seguía algo herida. Pero rechazó la ayuda esta vez. Todos recorrieron ese ''debajo de la jungla'' en el que se encontraban, parecía estar algo normal, todos estaban hambrientos, Trina no dejaba de quejarse. Jude encontró algo.
- Hey chicos, encontré una - Lo levanto y pareció extraño - ¿Una nota? - Jude miró a todos.
- Dinos que dice - Trina tenía la esperanza de fuera algo de alimento o de tomar.
- Dar cinco pasos al norte, ocho al oeste si queréis encontrar reservas - Leyó Jude, todos obedecieron, había un paquete, una lanza, un par de cuchillos, un poco de agua, que cada uno bebió con mucha euforia, Steve abrió el paquete, Jena lo observó - ¿Es comida? - Steve no respondió, Jena se acercó más, Steve por fin abrió el paquete, era comida, alimento.
Todo estaba en silencio, no habría peligro por el momento, habían sobrevivido a una noche en ese lugar, Michael observaba a todos y cada uno de ellos, Jena miraba la fogata que habían logrado hacer con plantas y troncos, Thomas seguía pensando, Debbie caminaba de un lado a otro como en las habitaciones en las que se encontraban, Nicolas tenía la mirada perdida, Trina se acomodó su cabello en una liga, Steve estaba sentado en un tronco, pensando y perdiendo la mirada, Kate decidió ir a dormir y Jude maldecía por ratos.
- ¿Quién nos habrá metido aquí? - Preguntó Debbie, no tuvo respuesta, termino sentándose junto al fuego.
Michael se acostó junto a Kate - Es hora de dormir.
Habían pasado horas, Steve no pudo dormir, el observó a todos y cada uno de ellos. Se escuchó un ruido a lo lejos, muy muy lejos, a Steve le llamó la atención, volvió a observarlos a todos, y decidió ir a averiguar, sus zapatos crujían sobre las hojas secas, estaba oscuro, ni un rayo de luz. Steve caminó demasiado, sin mirar atrás, había perdido el camino que lo llevaba a los demás chicos. Se había acercado al ruido, al peligro, sin darse cuenta, observó a través de unas plantas, era un animal, no cualquiera, este era horrible, no era de carne y hueso, era de metal, extraño, el corazón de Steve comenzó a latir a mil por segundo, ese animal, devoraba un animal de carne y hueso, la sangre fluía por cada pedazo de metal de ese extraño animal. Steve, asustado, observaba con calma y un poco de desesperación, perdió la pose e hizo ruido con un las hojas secas que había debajo de el, llamando la atención de aquel extraño animal, Steve se congeló, no volvió a hacer ruido, pero ya era tarde, el animal había captado su presencia, Steve retrocedió con cuidado, pero falló en no volver a hacer ruido - Maldición - Susurró. El animal por fin lo había encontrado con la mirada, era hora de huir. Steve se dió vuelta, y comenzó a correr, como nunca, sin mirar atrás, con el corazón latiendo sin parar, sin saber donde estaba, el huía de todo, no iba a intentar ir hacia los demás, los pondría en peligro, el animal corría ferozmente, era imposible tratar de huir, Steve dio un mal paso y cayó, haciendo gesto de dolor, el animal lo alcanzó, Steve creyó que era su fin, el animal se atoró en unas cuantas enredaderas, Steve se levantó torpemente, y siguió corriendo pero se topó con una barrera, se detuvo a buscar una salida, no había, tendría que escalar. Subió uno, dos - Diablos - Dijo resbalando. Pero no cayó, se aferró a la barrera de piedra, llegó a la cima, y caminó a su izquierda, más bien corrió, satisfecho de haber esquivado al animal, peo otro problema, había perdido el camino a sus amigos.
Segundo capítulo.
No he tenido tiempo pero hago lo que puedo.
Foto de galería: Steve.
¡Gracias por leer!