Capitulo 1

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Todo empezó cuando me mude a otro instituto, contaba con diecisiete años recién cumplidos en el mes de Enero.
La idea de mudarme a la ciudad natal de mi padre no me entusiasmaba demasiado, la idea de hacer nuevos amigos tampoco.  No estaba segura de pasar de una punta del pais a otra en tan solo un mes.

A mi madre le habían ofrecido en este trabajo un aumento muy considerable de sueldo, incrementar su experiencia profesional, una vida llena de cenas para adquirir contactos y todas las cosas que aspiran las mujeres de negocios. Desde el divorcio no paraba de trabajar y aunque ella era más feliz refugiada en su burbuja utópica de gráficos en Excel, yo trataba de sobrevivir a los cambios. A sus cambios, los míos y los de mi padre ...

Aunque mi madre nunca fue la más cariñosa del mundo, ni la típica que te contaba un cuento antes de dormir. Era comprensiva, prácticamente su personalidad se definía más en acciones que palabras. Una mujer hermosa de un metro ochenta y cabello color miel como sus ojos, en el tiempo que llevo divorciarse fue cuando estuvo más al pendiente de mi estado emocional, pero creo que le faltó tiempo para sí misma en el matrimonio con mi padre. Este era un nuevo comienzo para ella así que trate de aligerarle las cosas al mudarnos. Iba a ser difícil para integrarse a otra sociedad y perderse para tratar de ir por víveres o cualquier otra actividad.
Mis mejores amigos a partir de ahora sería Ways y Polyvore.

Greta siempre a tratado de que esté en los mejores colegios debido al nivel estricto de educación que le inculcaron mis abuelos, y esta vez ha dicho que lo primero que haremos al llegar es encontrar la localización del nuevo, quisiera decir que estaba emocionada pero sabía que como mis anteriores internados este sería otro colegio más de niños pijos con aires de María Antonieta.
Un chofer fue por nosotras al aeropuerto, al llegar a casa le darían a mama la camioneta de la compañía mientras trasladan el deportivo y mi motocicleta, no era la gran novedad pero era bonita, mi padre aunque ausente desde lo sucedido envió a casa una Harley D. por mi cumpleaños.
Al voltear a la ventana y ver las cuadradas manzanas de Barcelona me pregunte si viviría como mi padre alguna vez dijo que lo hizo aquí cuando era joven, sí nuestra vida cambiaría para mejor o peor rumbo.
Hace un mes había empezado el curso así que probablemente sería más difícil integrarme. Deje de pensar que sería carne fresca hasta que mi mama pronuncio un 'llegamos' con una sonrisa de consolación para ambas. Bajamos del auto juntó con la jaula de nuestro perro Tobby, deje está en el suelo.

Vi el edificio, la fachada era muy neoclásica en el exterior, se encontraba en un buen barrio. Se veía tranquilo, y económicamente alto.

Escuche al vendedor mientras le daban las llaves a mi madre. Eran tres pisos, una pereza sobrenatural inundaba mi cuerpo en solo pensar tener que subirlos.
Mi madre me leyó la mente.
-Tal vez tenga ascensor. Reí ante su idea.
Claro que no.
Saque a Tobby de su cárcel y el salió disparado a la calle, lo tuve que perseguir tres cuadras más lejos del edificio. Al fondo de la calle cerrada, se encontraba una casa al más estilo rústica con detalles negros, pero con tantas rosas en el exterior que probablemente sería un perfecto escenario para una película tipo Cannes. Camine de regreso con el canino entre mis brazos, los edificios mostraban restaurantes bistro en la primera planta y grandes departamentos en los pisos superiores. Al dar vuelta y regresar a mi calle pomposa observe la casa vecina, derecha para ser precisa, elegante y brutalmente sobria. Había una chica de pelo obscuro mirando desde la segunda planta. Voltee con indiferencia a la mirada tan penetrante de ' me importa un carajo sí te diste cuenta que te estaba viendo' de la vecina.
Vi en mi madre una sonrisa de alivio al ver que había encontrado al perro.
Al entrar me encontré con una decoración moderna y muy elegante para mi gusto. Aunque el contraste de materiales y texturas era muy lindo.
Baje al perro sabiendo que mi madre había cerrado la puerta. El recibidor daba hacia las escaleras y había un espacio de doble altura de donde caía una lámpara de cristal . Enfrente de mi había un pasillo y a los lados de este había dos puertas. Luego estaba lo que parece ser un espacio para la sala  y a la derecha estaba la cocina juntó con un comedor no muy grande pero sí de un diseño lujoso.
Después de explorar fui a la segunda planta donde había una estancia individual, luego un cuarto vacío y otro cuarto que debería  ser la recámara ya que daba un closet de considerable espacio y un baño igualmente amplio, ambos de un estilo algo ostentoso para mi gusto.
La tercera planta era igual. Quería la segunda porque soy muy perezosa para subir tres. Baje y encontré a mi mama cargando una caja de la primera parte de la mudanza. Tome la caja de sus manos.
- En donde la pongo?
- En la cocina estará bien, aún no llega el segundo camión con la segunda parte de nuestra ropa y mi oficina.
Camine hasta la cocina y coloque la caja en la barra, abriéndola.
-Tal vez llegue mañana. Pronuncie sacando los platos de vidrio cubiertos por periódico.
- Eso es un hecho, querida. Ya viste las habitaciones restantes. Son lindas, no crees?
-Si pero están totalmente vacías. Le dije.
-La diseñadora dijo que era para que nosotras la adaptáramos a nuestro gusto. Ya elegiste cual quieres?
-La segunda. Sonreí cómo niña pequeña.
-Oh te odio. Río mama.- Me hará bien el ejerció extra, pensaste en habilitar el cuarto vacío que te toca?
-Mmm.. No?
-Podrías regresar a tu hobbie. Te gustaba mucho la fotografía. Y tal vez sí tomas algunas podremos colgarlas con Marcos María Luisa por toda la casa. Se vería lindo, ya sabes. Comprar algunas piezas de arte le darían algo de personalidad al lugar.
-No estoy segura...ni siquiera creo ser tan buena.-Dije en un tono neutral.
-Tendrás que estarlo porque te compre una nueva cámara, es muy mona y llega el viernes-. Contesto con una sonrisa emocionada.
Hace meses que no tomaba una sola foto. No desde la última que saque...
-Mama no tenías porque hacerlo.
Me interrumpió.- limitate a decir un gracias.
-Gracias.- Después sonreí para ella.
El tiempo transcurrió sacando la vajilla y pidiendo comida China a domicilio. Que al principio no querían traer porque mama se equivocó de dirección tres veces y creyeron que se trataba de una broma.
Comimos entre risas pensando que nos tardamos media hora en convencerlos para que nos dieran servicio.
Terminamos de cenar y tomamos el té juntas. Se nos pasó el tiempo platicando hasta entradas horas de la madrugada. Me despedí de mi madre con un beso en la mejilla y subi con las tres cajas de vestimenta acumulada en mis manos.
El lunes entraba al colegio pero aún me faltaba comprar algunos básicos, como útiles y accesorios escolares.
Estaba a dos días de reiniciar por completo, supongo que mi instinto de supervivencia saldrá a flote con esta experiencia.
Guarde lo que pude en la habitación y acomode la cama para lograr un aspecto más decente, momentos después caí rendida sobre ella. Tobby se acosto sobre el tapette. Y ambos fuimos envueltos por un sueño profundo.

 Y ambos fuimos envueltos por un sueño profundo

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Cuarto de Amara.

Casa en Barcelona

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Casa en Barcelona.

El ultimo abrazo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora