Save Me ❤

Ella misterio

Una noche mientras dormíamos escuchamos ruidos afuera, normalmente cuando algo así pasaba era porque los guardias buscaban a alguna persona que "trato" de conspirar. Pero está vez se escuchaban los golpes y luego como si se estuvieran callando entre varias personas, me levante para saber que pasaba, Mia la hija pequeña de los Garcia, que dormía en la misma habitación que yo hablo.
-A dónde vas Niall?
-A ningún lado Mia-Susurre ya que si eran los guardias temía que vinieran por mi, por hacer ruido.
-Entonces qué haces levantado?-Volvió a insistir, no les parece que a veces los niños son muy curiosos y más con la edad de Mía, los 4 años, la edad que debía cumplir mi sobrino.
-Solo estoy escuchando Mía ya vuelve a dormir si?
Y se escuchó un golpe fuera de la casa, obviamente salia de la habitación a ver quien era o qué querían, ya que los guardias no interrumpían así porque si las casas.
-NIALL-Grito Mía cuando me vio salir, pero no me siguió.
Al salir vi a una chica vestida todo de negro con una bufanda negra que le cubría la cabeza, apenas y podía verle el rostro.
-Dónde está tu familia chico?- Pregunto prepotente. Su pregunta me hizo pensar en mi verdadera familia, y por lo que me dijo creo que me colgué cuando recordé a mi familia.
-Acaso eres sordo?-Me grito.
-No-susurré.No sé si era por el tono que usaba conmigo, o porque no sabía donde estaba mi familia, pero un susurro fue lo único que de mi salio. Detrás de ella se escucharon unos disparos.
-Maldición, ya nos descubrieron- Maldijo, cerro la puerta, se sentó rescostada a ella y tomo un gookitoki(Perdón no sé como se escribe) de su hombro y hablo.
-K, acá R.Cambio-Nadie respondió del otro lado-K acá R, respondan cambio.- De nuevo el silencio.-Maldición.-Ella me miro y pude ver que tenia los ojos color café.
-Vives solo?- Pregunto de la nada.
-No- Respondí. Ella se levanto del lugar en el que estaba y recorrió el lugar.
-Cuántos son aquí?
-Yo.- Ajusgar por su ropa y la forma de su rostro, tendría alrededor de 21, 20 años más o menos.-Cuatro.
-Estan en la casa todos?
-Si.
-Solo conoces monosílabas?-Tal vez vi mal pero me pareció verla sonreír. Yo debi molestarme por estar burlándose de mi pero su sonrisa me distrajo por completo.
-No- Respondí y ella se giro, seguro se estaba muriendo de risa, y yo mismo me había puesto en ridículo. Cuando pareció superar el momento, se giro, y de nuevo su seriedad. No se había sacado la bufanda que llevaba en la cabeza y tenia pintado la cara de negro. Apenas podía verla pero aquella chica misteriosa llamaba por completo mi atención.
-Por qué estabas fuera de tu cama?
-Me dio curiosidad.
-Acaso no sabes qué la curiosidad mato al gato?-De nuevo se burlaba, pareciese que ese era su mecanismo de defensa.
-Lo sé, pero había demasiado silencio, comparado a las demás veces- Dije y baje el rostro.
-Deben vivir un infierno aquí-Dijo y lo dijo como si ella no fuera de por acá.
-Lo vivimos.
-Deberías ver a tu familia.- Si pudiera pensé.
-Si claro.-Y volví al cuarto que compartía con Mía, dejándola sola mientras ella miraba a escondidas por la ventana. Entre a la habitación y vi a Mía tapada con su sabana.
-Mía.- Dije y la toque.
-Niall.- Dijo y salio de la cama para saltar sobre mi.- Creí que te habían llevado.-Dijo y empezó a llorar.
-Jamás te dejaría pequeña.-Me soltó y miro hacia la puerta.
-Hola.-Dijo y sonrió.
-Hola.-Le respondió ella con una sonrisa que apenas se veía.
-Mía ella es...-Y no pude continuar ya que desconocía el nombre de aquella chica.
-Llámame R.
-Ella es R.-Dije y le sonríe a Mía. Quien se bajo de mi para poder acercarse a la desconocida. La hizo agacharse, le susurro algo al oído y R se sonrió.