Capítulo I: El Adiós

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Eran cerca de las 03:30 p. m. No entiendo porqué lloraba, pero no lloraba solo. A mi lado se encontraban dos niños más, son muy parecidos; no tengo idea de que estaba pasando.

Vi a una hermosa mujer, ella nos obligó a entrar a un auto, me sorprendió ver una lágrima resbalabar por su mejilla.

Dentro del auto pude ver a un hombre feo y con dientes amarillos; era espantoso. Sólo obedeció a lo que dijo la mujer y nos llevó a una zona desolada, el sucio letrero que tenía fuera decía "Orfanato", pensé que íbamos a visitar niños, pero no fue así.

De pronto, el hombre espantoso nos llevó dentro del lugar, nos condujo entre pasillos y escaleras hasta llegar a una especie de sótano. Nos encerró en una cueva debajo este diciéndonos:

— Se quedarán aquí, para siempre.

Luego de eso, nos rocío un líquido en los ojos, estaba demasiado cansado y adolorido como para seguir pensando.

La Guarida de HaroltyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora