El agarró esa pistola a la que tanto temía con fuerza y apuntó a ese individuo con precisión, no quería que este dia llegara nunca.
-Justin no hagas tonterías!- grité desesperada, mi voz sonaba como si estuvieran acuchillando a un pequeño ratón con un tenedor.
Seguía apuntando a ese chico de apenas 17? Tal vez 18?, ni sabia su edad. De ese chico apenas sabia dos cosas la primera: ese individuo era traficante de droga y la segunda; ese chico no era muy amigo de mi novio, Justin Bieber.
Yo aun me encontraba dentro de el Maserati de Justin mientras tiritaba de frio y de miedo, mierda. Justin me había recogido dos horas antes en mi apartamento de estudiante, me había montado en su coche con la esperanza de un precioso picnic a la luz de la luna arropada por sus fuertes brazos, arropada también pos sus besos en esa noche… y aquí me encontraba, habían llamado a Justin en medio del trayecto y el giró el coche con brusquedad sin pensar siquiera en mi –que me encontraba enfadada y de los nervios- y se dirigió hacia un descampado al que yo no conocía por nada del mundo, momentos después Justin estaba apuntando a ese chico sin decir palabra mientras que él chico con cara de asustado levantaba las manos con una mirada que mostraba miedo y culpabilidad.
Justin no hacia caso a mis gritos desesperados, el y el individuo parecían estar en un mundo único en el que no se podían sentir mis gritos de angustia y preocupación. En esos momentos para Justin no existía _____ McLane, en esos momentos solo estaba Justin con alguien al que tenía que aniquilar sin pensarlo dos veces ya que si no lo hacia su padre Jeremy Bieber un gran empresario –o mejor dicho sicario- de Rusia castigaría a su hijo de alguna horrorosa manera.
-Señor Bieber le juro que pagare esta semana- rogo el chico.
-Eso me dijiste ayer Mattew- Dijo Justin con voz burlona, aún me temblaba el cuerpo de arriba abajo.
-Se lo he dicho a mis amigos y ellos me dejaran el dinero señor Bieber se lo juro.- sentía el miedo en su voz, en sus ojos, en la sudor de sus manos, en la circulación de su sangre…el chico estaba atemorizado ¿y quien no? Yo también lo estaría si Justin estuviera apuntándome con una pistola a menos de cinco mentros.
-Justin no hagas estupideces- susurro.
-Callate!- perdió los nervios, seguía mirando a ese chico al que llamó Mattew .
Cerre los ojos con fuerza ya que sabia que Justin dispararía en segundos, que acabaría con la vida de ese chico sin remordimiento alguno en apenas medio minuto.
PUM. Un disparo limpio y seco –por lo que puedo oír- y sigo sin abrir los ojos con las manos en las orejas y temblando como una loca.
Siento el motor del coche rugir con fuerza y después noto como nos movemos con rapidez.
-Ya puedes abrir los ojos- dice en tono calmado.
Y tengo ganas de gritarle una y otra vez la misma frase “Eres un estúpido Justin, eres un maldito estúpido ¿Por qué has matado a ese chico?” pero no lo hago ya que sabia a lo que me afrentaba hace ya cuatro años cuando conocí a Justin y el me advirtió de quien era su familia, de quien era él y de que hacia. Nunca lo había visto matar a nadie apenas lo veía cinco veces a la semana y ya le daba gracias a dios, a mi la universidad me sacaba mucho tiempo y a el su “oficio” familiar.
El móvil de Justin vibra con ferocidad y Justin le da al manos libres sin preocupación de tenerme a mi en el mismo espacio escuchando su conversación.
-Que quieres Josh?- dice el con poca amabilidad, esta cabreado conmigo.
-¿Has acabado con ese gilipollas?- dice su compañero en tono gracioso ¿acaso les hace gracia matar a gente? A mi ninguna.
