Capítulo 6.

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Los días siguientes pasaron volando. Entre el trabajo, el gimnasio y desempacar todas las cajas, terminaba agotada así que me iba a la cama temprano. Sólo falta un día para la llegada de Dan, tengo planeado hacer cosas que sé que le gustarán, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que le vi.
Cruzo las puertas del edificio cinco minutos antes de mi hora. La rubia de recepción no levanta la cabeza cuando entro, estos días no he recibido ni siquiera un "buenos días" de su parte, su nombre es Olivia y según he escuchado, siempre está de mala leche. Por otro lado Steve es bastante agradable como jefe, en los recesos platicamos un poco, bueno, en realidad él habla, yo no puedo permitirme hablar abiertamente de mi vida. Está casado y tienen un hijo, Peter, por como le brillan los ojos y la sonrisa que pone siempre que habla de su mujer y su hijo, se nota que les quiere mucho.
Me dirijo a la oficina de Steve y cuando estoy a unos pocos metros, la puerta está entreabierta y puedo escuchar que está hablando por el móvil así que aminoro el paso y llamo a la puerta.
-... en diez minutos estaremos allí -Steve me dice con la mano que siga- Sí, Madison irá conmigo.. De acuerdo -cuelga.

-Buenos días Steve -digo mientras me acomodo en mi sitio.

-Buenos días, Madison. En diez minutos tenemos una reunión con un socio, Jason Hard, ya es hora de que lo conozcas. Nos encargamos de sus tramites legales desde que empezó con su primera empresa.

-De acuerdo, ¿está muy lejos el lugar de la reunión? por que si es así, deberíamos salir ya.

-Se me ha pasado decirte ese detalle, la empresa principal del señor Hard está justo al lado de este edificio, de hecho, nuestro vestíbulo y el suyo están unidos por un pasillo.

Me tomó por sorpresa escuchar todo aquello, estando en el mismo edificio hay más posibilidades de que vea al hombre misterioso, después de nuestra "conversación" del otro día no he vuelto a verle. Sigo sintiéndome ofendida por su forma de dirigirse a mí, como si fuese simplemente un agujero en el que meter su polla. Para mí es necesario que entre el hombre con el que me vaya a acostar y yo haya una relación amistosa, no pido flores y corazones, solo que sepamos un poco del otro, no desconocidos que se acuestan sin saber siquiera su nombre, eso me haría revivir cosas de mi pasado que no quiero recordar..

-Madison -Steve está sacudiendo una mano enfrente de mi cara- Te decía que después de la reunión tengo que encargarme de unos asuntos así que tú te quedarás aquí y empezarás un caso, lo he estudiado un poco y creo que es perfecto para ti, no es muy complicado y podrás hacerlo sola.

-De acuerdo, ¿un adelanto?

-No te diré nada, ya lo mirarás después. Ahora vamos a la reunión con el señor Hard.

Me pongo de pie, cojo mi libreta, una pluma y me aliso la falda. Hoy elegí un vestido sin mangas color vino, unos zapatos de charol negros y mi satchel gris. Mientras vamos en el ascensor Steve me resume sobre que irá la reunión:

-... al señor Hard le gusta hacer una reunión cada dos semanas para estar al día sobre los contratos de compra de propiedades nuevas o para informarse de si hay algún problema y solucionarlo lo antes posible. Hoy es uno de esos días, en nuestro departamento no tratamos asuntos suyos, pero yo me encargo personalmente de varios tramites y contratos de su empresa, de hecho, en unas algunas ocasiones he trabajado para él en asuntos personales.
»Una de nuestras socias trabaja en su empresa, tiene su despacho allí y siempre que él tiene algún tramite o problema, acude a ella. Su nombre es Victoria, ya es una mujer mayor y según he escuchado, está pensando en jubilarse así que su puesto quedará libre. Todos desearían tener el puesto de Victoria ya que el señor Hard paga muy bien, pero muchos no dan la talla....

Las puertas se abren en el vestíbulo, salimos y giramos a la derecha, por el pasillo hacia el vestíbulo de Hard Enterprises Holding. Entramos en el
inmenso -y francamente intimidante- vestíbulo de vidrio, acero y piedra blanca, repaso el lugar con la mirada y me alivia ver que el hombre misterioso no está allí.
Aunque no es la primera vez que estoy en aquel vestíbulo, no puedo evitar estar impresionada por tanto lujo. Mientras intento seguirle el paso a Steve, proceso toda la información. ¿Quién será ese señor Hard? Para ser el dueño de aquel imperio y que Steve hable tan bien de él, debe ser un hombre muy ambicioso e intimidante. Ya quiero ver al señor Hard, siento curiosidad. Mientras subimos en el ascensor, pienso en cómo será él y a juzgar por el edificio, demasiado aséptico y moderno, supongo que Hard tendrá unos cuarenta años. Imagino a un tipo que se mantiene en forma, bronceado y rubio, a juego con el personal, mujeres rubias e impecables.
El ascensor nos traslada a la planta 20 a una velocidad de vértigo. Las puertas se abren y salimos a otro gran vestíbulo, también de vidrio, acero y piedra blanca, una rubia impecable vestida de blanco y negro nos guía a la que supongo es la sala de reuniones. Empuja la puerta y nos cede el paso, Steve me hace pasar primero y eso me permite ver una gran sala de reuniones con las paredes de vidrio, una mesa de madera oscura, también grande, y al menos veinte sillas a juego que están ocupadas por varios socios, supongo. Más allá, un ventanal desde el suelo hasta el techo.
Tomo asiento en una de las cómodas sillas del lado derecho y Steve a mi lado izquierdo.
-Buenos días señor Hard -dice Steve en tono profesional y después saluda a los demás.
-Buenos días Steve y.. -hace una pequeña pausa- señorita Beth -responde el señor Hard, su voz hace que mi cabeza se gire de repente en su dirección, esta en la cabecera de la mesa. Mi cerebro hace cortocircuito al ver a Jason Hard alías hombre misterioso barra capullo.
Todos me miran con curiosidad, después de todo, soy la nueva. En cuanto nuestros ojos se encuentran, aquella atracción aparece y me pierdo en sus ojos. De repente.. hace mucho calor. Él me recorre con la mirada y yo contengo la respiración, es como si me acariciara aunque no me está tocando. Un carraspeo me saca de mi trance, me había quedado mirando a Hard y de mi boca no ha salido ni una sola palabra.
Contrólate, Leah. No estás siendo nada profesional.
Aparto la mirada de Hard y a continuación, digo:
-Buenos días -farfullo. Después del intercambio de saludos y las presentaciones, me entero de que varios de los presentes son alemanes, incluido Hard. Steve y yo tomamos asiento e intento quedar fuera del campo visual de Hard, pero no lo logro y él puede verme perfectamente desde donde está.

LA VIDA DE LEAH.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora