Clara despertó, ya era de día, muy temprano para aclarar y estaba en un cuarto, estaba acostada en una cama, pero... no era la suya, llevaba la ropa de la noche anterior y entonces lo recordó ¡vivía con cinco chicos!
-(No, no, no, yo cambio esto ahora)- pensó Clara estresada mientras revisaba en su pequeño bolso su teléfono.
Eran las 6:45 am, era la hora perfecta para ir a arreglar esto con la coordinación de residencias, cuando salió de su cuarto, lo podía oír, lo podía saborear, era el silencio absoluto y el vacío generado por la falta de chicos, todo era tan perfecto, Clara inhaló y exhaló profundamente con tranquilidad.
-(Ah... si así fuera las veinticuatro horas al día... pero no, me cambio ahora mismo)- pensó lista para salir pero.
Clara al pasar por la sala se dio cuenta que uno de los chicos estaba acostado en el sofá, era Dylan ¿Qué hacía ahí? Entonces Clara se dio cuenta, todos los chicos estaban en sus cuartos menos él y ella durmió en una cama por lo tanto... durmió en el cuarto de Dylan, eso la hizo sonrojar ¡durmió en el cuarto de un chico! Clara, muy avergonzada comenzó a mover a Dylan para despertarlo.
-Dylan... Dy-Dylan- le decía mientras lo movía, Dylan despertó lentamente -¿Qué haces aquí?- le preguntó.
-Pues... ahhhhhf- decía Dylan bostezando –Ayer te desmayaste y como no tenias ni tu cama acomodada, pues decidí llevarte a mi cuarto- le dijo Dylan... y era mentira, los chicos jugaron por una hora y media piedra, papel o tijeras para ver cual dormiría en el sofá y le daría la cama a Clara.
Pero Dylan... ganó una recompensa por perder, Clara de lo más nerviosa del mundo le dio un beso en la mejilla.
-Gra-gracias- le dijo recolocándose los lentes.
-De... nada, ja, ja...- decía nervioso Dylan por tan grata sorpresa, eso era otra cosa que notaba Clara, mientras que Roger tenía tendencias neuróticas, Dylan cuando estaba nervioso le daba por reír a carcajadas.
Al final Clara fue a la coordinación residencial un casa-edificio, un poco más grande que las casas comunas pero más pequeña que los edificios departamentales, allí... ella lucharía por una casa digna.
-... ¡¿Cómo que no me puedo cambiar?!- le preguntó Clara al punto de un colapso nervioso.
-Pues así como oyes querida, no está permitido, si lo estuviera, el caos sería masivo- le dijo la encargada del lugar.
-Pe-pero ¡vivo con puros chicos! ¿Cómo voy a estar tranquila en medio de todos ellos? Es injusto- le dijo Clara.
-Pues no sé, tal vez se te permitiría cambiar de residencia si hubiera otra persona con una queja parecida ¿pero que crees? ¡Nadie hizo quejas este año!- le restregó la encargada, Clara estaba a punto de llorar, le tocaba porque si ¡y a juro! –Además chica- le dijo la encargada pensando –No sé de que te quejas, vives con cinco chicos, cinco bomboncitos, si fuera yo tú, no desaprovecho y quien sabe, tal vez los convenciera para que hiciéramos una org...- decía la encargada cuando Clara al escucharla casi se e sale el corazón y empezó a toser.
-Cof, cof... zorra... cof, cof- decía Clara tosiendo.
-¿Dijiste algo?- le preguntó la encargada, Clara negó con la cabeza –Bueno, como decía...- iba de nuevo la encargada.
-... Perra...- susurró Clara más enojada –(¡¿Es que esta no va a dejar la estúpida idea de la ORGíA?!)- pensó harta.
-Aja ¡te escuché!- le dijo la encargada –Ahora ni muerta te pienso ayudar, largo- le dijo.
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Lo Mejor de Mí...
RomancePrólogo Clara Morgan es una chica muy introvertida y nerviosa que ama la danza, específicamente el ballet, es reconocida por sus movimientos hermosos y delicadamente frágiles, con una perfección en las formas increíbles, sin embargo, pese a que es...