Lo Mejor de Mí...

Cinco <3 Guerra de bromas.

Clara iba tranquila a bañarse, era hora para ir a sus clases y soportar a miss Annes como toda una campeona, Clara se desvistió, puso su reproductor, una versión en chelo de "The Swan" de Sanit-Seans, ella bailaba al compas de la canción lentamente, el baño se había vuelto un santuario para ella sin darse cuenta, entonces Clara lentamente entró en la regadera y la abrió, Clara disfrutaba de cómo el agua bajaba suavemente por su piel, ese contacto le agradaba, lo que no le agradó mucho es el contacto que sintió en sus pies, algo viscoso y... peludo, y, cuando clara bajó su inocente y bailarina mirada, descubrió que su santuario fue mancillado.

-¡¡¡¡AAAAAAAAAAHHHHHH... ¿PERO QUE DEMONIOS ES ESTO?!!!!- gritó desesperada Clara saliendo como alma que lleva el diablo del baño, los chicos corrieron asustados por los gritos hacia donde se originaron, el baño.

-¿Qué sucede?- le preguntó Dylan abrazándola, Clara del susto comenzó a llorar en su hombro y a señalar la regadera.

-Voy a ver- dijo Claus preocupado.

-Hay por favor- dijo Frederick insensatamente –Clara es una llorona, de seguro no fue...- decía hasta que vio como Claus volvía sonrojado con algo entre sus manos.

Una inhumana cantidad de pelo grisáceo oscuro, casi negro entre sus manos.

-¡Ah!- gritó Frederick asustado refugiándose en la espalda de Dylan que también estaba muy impresionado, Clara lloró un poquito más -¡¿Qué es eso?! ¿Rasuraron un chitsu allá adentro o qué?- preguntó horrorizado.

-Este... este es mi pelo- dijo Claus muerto de la vergüenza.

-¡La marica es un chitsu disfrazado!- gritó Frederick, todos se le quedaron viendo como pensando "¿Enserio? Tarado".

-¿Enserio?... Tarado- Dijo Mike apareciendo detrás de todos.

-Hermano... que asco- le dijo Roger viendo el montón de pelo.

-Lo siento... es que hoy me tocaba modelar para que unas chicas me retrataran y bueno, llevaba mucho tiempo sin rasurarme... perdón- dijo Claus a punto de un colapso de vergüenza.

-¡¿Y NO PUDISTE BOTAR ESO ANTES DE SALIR DEL BAÑO?!- le gritó colérica Clara.

-¡Claro que lo iba a botar! Pero... después de vestirme- le dijo Claus que prácticamente iba con una pantaloneta sport ajustada y mojado, señal de que se acababa de bañar, Clara suspiró, después de todo Claus era un buen chico, no haría eso con malas intenciones.

-Ok, ok- dijo Clara –Estoy enojada, sulfurada, pero te perdono Claus- le dijo Clara de la nada, extrañando un poco a los chicos pero lo aceptaron.

-Gracias, en serio, gracias Clara, enseguida limpio el baño para que te puedas bañar- le dijo Claus inocentemente.

-Está bien- le dijo Clara y todo volvió a la normalidad –(Esto no se queda así Claus, nadie daña mi santuario ¡nadie!)- pensó Clara histérica, tal vez... no todo volvió a la normalidad.

Esa misma noche, una sombra se movía dentro de un cuarto de paredes blancas con salpicaduras de colores gris, rojo, negro, blanco y azul, con cuadros de personas pintadas al carbón, pinturas abstractas, estilos cubistas y la pintura de una chica desnuda de pies a cabeza pintada en aerosol con una exactitud impresionante en una esquina del cuarto.

-(Impresionante)- pensó la sombra, pero ese no era su cometido.

La sombra lentamente le quitó las sabanas a un Claus que vestía una guarda camisa negra con una pantaloneta y sin despertarlo, de un pequeño bolso que llevaba sacó una bote de pintura en aerosol.