hotel room. mgc+lrh

seventy nine.

seventy nine.

alrededor de la media noche el oji-verde cayó dormido sobre el pecho de luke, quien estuvo una media hora más con él antes de levantarse, cuidadosamente poniendo una almohada debajo la cabeza de michael para que no despertara.

bajó las escaleras en silencio, y cuando entró a la cocina arrastrando sus pies, vio a liz sentada en la mesa.

le dio una sonrisa y fue hasta ella para abrazarla fuertemente.

"te extrañé tanto." susurró contra el cuello de su madre. "tanto tanto tanto." besó su mejilla.

"yo también te extrañé muchísimo, bebé." se separó del abrazó para hacer que luke se sentara frente a ella y tomó sus manos. "¿ya logró calmarse?" preguntó suavemente.

"si, se quedó dormido hace un rato." el chico suspiró. "estoy realmente preocupado por él, mamá. unos días él parece estar completamente bien, riendo de todo, otros días sólo quiere estar solo y perderse en sus pensamientos." soltó una de sus manos de las de liz y la pasó por su cara, frustrado. "sus mente es su peor enemiga, he sido testigo de ello y n-no soporto verlo en sus días malos, me destruye. él es una hermosa persona y no merece nada de lo que le está sucediendo. todos siempre se dedican a hacerle daño y no entiendo el porqué. ¿por qué tienen que dañar a michael?" sintió su voz quebrándose. "lo amo y odio verlo mal. él simplemente no lo merece." y ese fue el detonante para que él también acabase llorando.

cruzó ambos brazos sobre la mesa y apoyó su cabeza en ellos, dejando que las lágrimas bajaran libremente por su rostro, sintiendo en breve los brazos de su madre rodeando sus hombros.

"esa, hijo mío, es la magia del amor." susurró, meciendo a luke en sus brazos. "el amor te da felicidad, pero también tristeza,lo cual es maravilloso, porque si no existiera la tristeza, ¿de qué servirían los días buenos?" besó la cabeza de su hijo.

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liz te amO.

todas aprendamos de las palabras de mami liz, amén.