♔El ultimo atardecer♔

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6:00 A.M

Hoy era el día. Hoy...

La alarma que estaba situada en la mesita de noche, a la derecha de la cama matrimonial, los despertó.

Samuel fue el primero en abrir los ojos, buscando a tientas el reloj mientras intentaba pararse de aquella cama. Cuando por fin logró callar ese molesto tono, suspiró con pesadez. El cuerpo casi no lo sentía y le costaba no mirar el suelo.

Hoy, hoy era ese día que Samuel nunca quiso que llegara, y le dolía aquello, porque había pedido con todas sus fuerzas estar en una pesadilla, que eso que ahora le pasaba no era de verdad y que, al despertar, todo sería un mal sueño.

Pero no.

Cerró los ojos, reprimiendo las enormes ganas que tenia de llorar en ese momento y respiró lentamente. También ignoró ese jodido nudo en su garganta y lo pesado que todo se sentía en ese día.

Se tomó un momento, uno pequeño, y sonrió de manera suave mientras miraba hacia la cama y veía el bulto que había debajo de las sabanas.

Samuel prometió sonreír ese día, a pesar de cómo estaban las cosas, por sobre todo, lo prometió.

Caminó a paso lento hasta el otro extremo de la cama y se arrodilló junto a él, su sonrisa se hizo más grande. Lo prometió.

—Guille... —murmuró. Samuel tocó levemente el hombro del menor y lo sacudió un poco, intentando despertarlo—. Guille, ya es de día. Despierta, chiqui.

Guillermo se quejó mientras se removía debajo de las sabanas, tapándose con ellas. Dio unos manotazos al aire cuando sintió que las sabanas abandonaban su cuerpo gracias a Samuel.

—No —se quejó mientras con los ojos cerrados y a tientas buscaba las mantas para volver a taparse. Samuel rió ante la actitud tan infantil de Guillermo. Dio un buen jalón a la tela que cubría al menor y lo dejó completamente destapado—. ¿Pero qué haces, pringao'? Samuel, me cago en todo, ¡déjame dormir!

El mayor comenzó a soltar sonoras carcajadas mientras seguía "peleando" con Guillermo para que este se levantara.

Guillermo se retorció en el colchón y se tapó la cabeza con su almohada, tratando de ignorar sin logro a Samuel.

—Quiero dormir —volvió a decir. Samuel paró de jalarle la almohada y sonrió con un poco de tristeza.

Si tan solo pudiera hacer eso y dejar dormir a su Guille...

—Guillermo, ya es de día —comenzó—, venga, que te tienes que levantar.

Guillermo solo emitió un gruñido y Samuel negó varias veces.

—Tienes cinco minutos, ¿oíste? —Guillermo balbuceó algo y Samuel lo entendió como un "si, ya voy" —. Más te vale que estés fuera de esa cama cuando vuelva.

Samuel se levantó del suelo y se dirigió al baño, dispuesto a darse una buena ducha que lo despertara por completo para comenzar aquel día que, sin duda, sería el más largo y corto de todos. Un día, que no solo marcaría a Samuel, también a los demás. Y eso lo asustaba mucho.

~~~

Samuel salió del baño, esta vez completamente limpio y con solo una toalla cubriendo lo necesario, debajo de su cintura.

Pequeñas gotitas de agua aún caían de su cabello, deslizándose por su cuello y espalda hasta llegar a la toalla.

Samuel caminó a lo largo de su cuarto, buscando ropa que ponerse para ese día. La idea era ponerse algo que sacara a relucir que era un día diferente, pero sin llamar la atención.

El Ultimo Atardecer | Wigetta | One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora