Leal: final alternativo [PAUSADA]

Capítulo 4

Tris P.O.V

10 minutos después escuchamos un grito.
-¡¡¡¡Beatrice Prior!!!!- grita Caleb.

Todos empezamos a reirnos a carcajadas y hasta nos tiramos en el piso.
-Vamos a comer- dice Christina

En el camino me pregunto qué hará Caleb: regañarme, castigarme, como hacía cuando éramos niños y yo hacía cosas que iban en contra de nuesta facción (Abnegación). Nunca pensé qué él dejaría Abnegación por Erudición, es decir, antes podía decir que el niño más abnegado de todos, en cambio yo no pertenecía ahí, por más que lo intentase.

Cuando llegamos a la cafetería, todos agarramos una bandeja y nos servimos. Yo agarré un tazón de avena, un vaso con jugo de naranja y un muffin de chocolate. Me siento y se me unen los chicos. Unos minutos más tarde la puerta se abre de un portazo y entra Caleb aún manchado con marcador permanente. Se dirije hacia mi medio corriendo medio andando, me toma del brazo y me pone de pie de un jalón.
-¿Por qué lo hicieron?- pregunta enojado
-Tranquilo, es sólo una broma inofensiva- digo
-Sabes bien que no me gustan los osados y mucho menos sus bromas- dice acercándose a mi
-Pues adivina qué, tendrás que lidiar con osados y como si no fuese suficiente yo soy osada- digo casi gritando

Parece que funcionó lo que dije porque no me contradijo, sino que se limitó a servise su desayuno. Mientras comemos entra un doctor y se dirije a nuestra mesa.
-Ya es hora chicos- informa

Todos nos levantamos en silencio y despacio y nos dirijimos al cuarto en en cual se encuentra Uriah. Zeke y su madre, Hanna, se encuentran dentro de la habitación buscando alguna señal de vida en Uriah por más pequeña que ésta sea, pero lo cierto es que ya no queda nada. Hay un hombre vestido con bata blanca al lado de la máquina que mantiene vivo a mi amigo, pero también se encuentra... David. De reojo veo que Tobias está nervioso así que le tomo la mano. La suya está mojada de sudor y rasposa por aferrarse a tantos asideros de trenes en movimiento. El hombre que está al lado de la máquina pulsa algunas teclas y Uriah se ha ido para siempre. Reprimo un sollozo y abrazo a Tobias. De repente por alguna extraña e inexplicable razón...