×C a p í t u l o D o s×

1.8K 130 16
                                    


"¿Papi?"

Sonaba preocupado y algo agitado, cosa que al instante hizo preocuparse de igual manera al rizado, acabando con la maravillosa sonrisa que había adquirido hace tan solo segundos.

"¿Sí, bebé? Soy yo- te- ¿pasó algo? Joder, sabes qué, quédate ahí y no te muevas." Balbuceo palabras que salían de su boca sin pensar al estar preocupado, y sin dejar responder al otro, cortó la llamada.

"Señor, ¿a donde va?" Una muy confundida Sophie preguntó al ver a su jefe salir apresurado de su oficina.

Harry por su parte la ignoró, pasándola de largo hasta llegar al elevador que lo llevaría a recepción.

"Hazme un favor y cancela todas las citas que tenga para hoy."

La chica abrió los ojos en sorpresa. No podía hacerle esto. Y con toda la fuerza de voluntad que tenía, se aguantó de no gritarle a la cara en ese mismo instante. "¡Pero Harry, yo-...!"

"Gracias, linda." Cortó Harry al ver que las puertas del elevador se abrían para él, dejando aún más que indignada a Sophie. "Es todo por hoy, no creo regresar hasta mañana."

"Pero..." Se detuvo, viendo a Harry adentrarse al elevador para desaparecer. ",sí conseguí otra cita con la editorial." Masculló bajito para sí misma, sabiendo que nadie la iba a escuchar y regresó a su puesto hecha una furia.

(...)

Al cabo de diez minutos Harry estaba en su auto con su chofer dando vueltas en el estacionamiento, hasta dar con un lugar disponible.

Irritado, preocupado y con ganas de matar a quien se cruzara en su camino, Harry se abría paso entre los largos y amplios pasillos del instituto. No los recordaba así aunque, ¿cuando había sido la última vez que vino? No recordaba si había sido hace un mes, o hace un año. Pero eso no importaba, su meta en ese momento era encontrarlo en algún lugar de ese enorme edificio.

Tal vez su mini ataque de pánico no había sido de mucha ayuda ya que al no dejarle responder, él ahora no sabía donde estaba exactamente... Y ahora que sentía la bolsa de su traje se había dado cuenta que había dejado su celular en el auto. Grande, Harry. Eres grande.

Un golpe en su pecho lo hizo volver a prestar atención al camino. Un chico.

Un chico casi de su tamaño, moreno y con cabello lacio y castaño se encontraba a unos centímetros de él.

"Em... Lo siento, creo." Dijo Harry tratando de ser cortés con el chico mientras se acomodaba su pulcro traje después del choque.

"Sí, como digas."

A pesar de la actitud del otro, intentó no prestarle atención, y justo en ese instante se le ocurrió algo. Bien podía no saber, pero nada perdía con intentarlo.

»"Oye, ¿de casualidad conoces a Louis Tomlinson?"

"¿Y cómo para que lo quieres o qué?" Contestó prepotente el adolescente, mirando con recelo al rizado de arriba a abajo, cosa que lo hizo incomodar.

¿Pero quién se creía él?

Ahora sí, contestando igual o peor que el castaño, Harry alzo un poco su tono de voz y dijo: "Soy su padre, niño. Él me llamó y necesito saber si está bien."

"Así qué eres tú, ¿huh?"

"¿Disculpa?" Preguntó confundido Harry ante la actitud tan extraña del muchacho.

El más joven solo atino a encogerse de hombros, señalando una puerta a algunos metros de donde estaban parados.

"Ahí. Ahí está Louis... Y suerte con lo que encuentres." Y se fue, caminando de largo mientras sacaba un cigarrillo de sus bolsillos, dejando al rizado aún más confundido ante lo último y con la palabra en la boca.

Oops, daddy! »Larry Stylinson AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora