Creepy School

Cap 1

Estaba cenando con mis padres, bueno... solo yo cenaba mientras ellos me gritaban "por mi comportamiento de estos últimos días". Literalmente he hecho lo mismo toda mi vida, no he cambiado ningún comportamiento recientemente y hasta hace poco solían decir que estaban orgullosos de mi... No sé por qué desde que nos mudamos me acosan como si yo hubiese cambiado...cuando realmente cambiaron ellos.

Para mis padres nada de lo que hago está bien, aunque como en el fondo sé que no es verdad, me cuesta día tras día no someterme a la presión constante y a la desmoral abrumadora. Y mientras ahora mismo están desquitándose conmigo, yo me concentro en dar estruendosos sorbos a la sopa que me hice para cenar, sin prestar atención a la sacudida de insultos que me estaban llevando de mis padres ésta noche lluviosa.

Actualmente vivo en un pequeño pueblecito en la montaña alejado de la ciudad al que nos mudamos hace poco. Mi único amigo es Steban, un vecino de un año mayor que yo, un chico de ojos verdes y pelirrojo que conoci cuando nos mudamos, él me animaba los días más difíciles y me ayudaba cuando intentaban molestarme en el nuevo instituto al que íbamos juntos en autobús. Cada vez que nos subíamos a éste me hablaba mucho sobre unos seres llamados ''creepypastas'' y a mí me encantaba escuchar las historias que me contaba de ellos, se volvía como un fanático entusiasmado, y hasta una vez me convenció para intentar invocar a "Slenderman" ( un monstruo alto y delgado con una cabeza calva, blanca y sin rostro) sin éxito alguno, clarmente, en el fondo sabíamos que todas las historias eran falsas y que solo era un pequeño juego como el de Bloody Mary ante el espejo. Recuerdo lo desanimado que quedó cuando no funcionó, también los vómitos que me dieron después...supongo que estaba muy nerviosa. Mientras tanto en el presente:

-Me estas escuchando _?! -protestó mi madre, pensaba en todo ésto mientras me seguían gritando, ni siquiera hice nada para molestarles, antes solía intentar argumentarme, descrubrir al menos lo que hacía mal para intentar cambiarlo...pero siemore era inútil.

-No mamá -respondí entre un suspiro, siempre es la misma historia, una y otra vez...sé que no era correcto hablarle así, pero una ya se cansa de todo ésto.

-Eres una estúpida! nunca te quisimos!-csoltó mi padre junto a un golpe seco en mi mejilla, nunca me decían lo que supuestamente hacía mal.

Sentí que algo en mi se rompia, no esperaba que me dijera aquello, mis padres me trataban mal desde que nos mudamos, pero nunca me habian dicho algo así, yo les quería a pesar de todo aquello, pensé que quizás estaban agobiados con la mudanza, no podía respirar, sentí que me desmayaba, todo se veía negro poco a poco...

·····

Abrí los ojos,tenia el pulso acelerado, mire a mi alrededor y se me aceleró aún mas, mis padres estaban muertos...

Mi padre tenía el ojo salido de su sitio, la lengua afuera cortada y tirada en el suelo junto a su cabeza con una profunda cortada en el cuello y una gran abertura en el esómago por el que salía mucha sangre.

Mi madre también tenía el estómago abierto con los órganos esparcidos por toda la sala, no conseguía reconocerlos todos.

Estaba llorando en silencio mirando la escena perpleja, bajé lentamente la cabeza mirándome las manos....'oh no...' pensé.

Estaba cubierta de sangre, con el gran cuchillo con el que corte la zanahoria de la sopa hacía solo un rato todo ensangrentado...qué he hecho...

Escuché un grito desgarrador, era la madre de Steban que miraba la escena por la ventana de su casa asustada, se fue corriendo y supuse que iba a llamar a la policia asi que corrí hasta mi cuarto lo más rápido que pude. No tenía mucho tiempo para pensar, tardarían unos minutos en llegar debido a la ubicación en las montañas, pero no tenía tiempo de pensar en qué hacer.

Metí ropa y lo necesario en una mochila, agarré otro cuchillo limpio para defenderme si me pasaba algo y algo de comida de la encimera para sobrevivir, escuché la sirena de la policia pararse frente a la puerta de mi casa y sin pensarmelo mas veces, salté por la ventana de la cocina y salí corriendo.