Noche de películas (Primera parte)

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Aquel día se hace memorar con incertidumbre, un fuerte escalofrío me hace estremecer, es un recuerdo que me hace sentir tan pequeña y en ocasiones temerosa. Yo nunca fui una persona muy religiosa, aunque, eso es algo muy común en nuestros días, las circunstancias actuales conocidas mediante los medios de comunicación como algo tan normal, nos han hecho insensibles y escépticos ante diversos hechos pero no vale la pena engañarse, la verdad como muchas cosas en este mundo, es relativa, cuando crees que conoces realmente algo, te metes de alguna forma en un lió de fe, pues en nuestros días ni siquiera la ciencia busca la verdad absoluta sin no, la verdad que funcione.

Les cuento esto ya que durante años, un suceso que era bien conocido en nuestra familia, no despertaba mucha curiosidad, y es que durante algunas noches como tal vez en muchos lugares se escuchaban sonidos de algo moviéndose durante la luz nocturna en el primer piso de la casa, por supuesto que la atribuíamos este hecho a razones que considerábamos lógica a mi parecer, quizás nuestra mascota Dawny, la perra de la familia, decidía hacer sus necesidades primordiales en la privacidad de la azotea, cosa que no era difícil pues sabía subir escaleras y la puerta del patio trasero que conducía a la azotea solía siempre estar abierta, al estar todo en silencio, podría ser ella la causa de sonidos a esas horas. Otra explicación sería simplemente al compartir el mismo muro con el vecino sus actividades produjeran cierto efecto acústico en los cimientos de nuestra casa. De una y otra forma, nunca le dimos demasiada importancia.

Una vez puesto eso sobre la mesa, les platicaré un poco de mi, vivo con mi hermano Víctor, mi hermana Jazmín y con mi mamá, ami padre nunca lo conocí, pues mi mama me platico que falleció durante un accidente de auto cuando era muy pequeña, mi hermano y yo solíamos comprar quesadillas y tacos para cenar viendo una película, tal vez también reflejando nuestro escepticismo muchos de los títulos cinematográficos que solíamos ver, correspondían al género de terror, suspenso y una que otra "tonta película de chicas" como a el le gustaba llamarles, disfrutábamos verlas de noche con las luces apagadas, eso si, siempre nos acompañábamos mutuamente sin falta alguna en esta casi costumbre nocturna. Nuestra hermana mayor se encerraba en su cuarto escuchando música aislándose con sus audífonos, y mamá llegaba hasta tarde por tener el ultimo horario en la facultad de psicología, ella era excepcional, tenía un consultorio donde ayudaba a sus pacientes con entusiasmo a superar sus problemas emocionales y sentimentales.

Todo era estable, no fue hace 5 meses, que las cosas cobraron su propio sentido, esa noche de películas la recuerdo con precisión y ansiedad no por que haya sido la peor, si no mas bien, porque fue la última. En esa ocasión las cosas fueron distintas, mi hermana no estaba en casa pues fue una fiesta, y mi mamá había demorado un poco mas de lo normal revisando exámenes para no llevar trabajo a casa. No había pasado mucho tiempo de que el sol se había metido, y era hora comenzar.

Las luces son apagadas y el refresco se abrió, para dar aviso oficial al inicio del acto nocturno, pero justo al llegar al menú principal de la película y dar inició a la reproducción, el teléfono sonó:

-¿Bueno? - Dije con voz algo tenue.

Sin embargo no hubo ninguna respuesta, pero se podía percibir en el fondo, una respiración y un ligero caer de agua, posiblemente una llave abierta. No le dí mucha importancia y colgué. Pero no había notado que mi hermano ya no estaba en el sillón, miro para todas direcciones me doy cuenta que la luz del patio trasero se encontraba encendida, lo que me hizo razonar que mi hermano seguramente estaba afuera.

- ¡Víctor!, ¿Que sucede?- Grité, hubo una respuesta inmediata, la luz de afuera se había apagado, y yo solo esperaba ver entrar a mi hermano, sin embargo eso no sucedió. La situación en definitiva era extraña, volví a gritar, pero no sucedía nada, así que decidí dar un vistazo, encendí la luz, y no había nadie en el patio trasero, pero algo se escuchaba... Era una llave que estaba abierta, y se encontraba gastando agua innecesariamente, detuve el flujo de agua y en ese justo instante escuché sonar el teléfono de nuevo, corrí a responder, era mi mamá, cuanto gusto me dio escuchar su voz, pero notaba algo extraño prácticamente llorando y con voz temblorosa - ¿Salgan!, ¡Salgan inmediatamente!, tomen el dinero que hay escondido en la alacena y váyanse con su tía- La llamada se corto, pero fue en ese momento en que entre en pánico, no sabía que había sucedido con ella, el porque de su llamada y su orden de irnos, aunado al hecho de que no encontraba a mi hermano y eso parecía ser lo peor ¿que había pasado con el?, traté de mantener cierta serenidad, pero estaba asustada y confundida, corrí a buscar a mi hermano por toda la casa, fue en ese momento cuando escuche esos sonidos, los mismos ruidos de los que les hablé, en ese momento la mente juega con nosotros pero no podía dejar desapercibido este hecho, estos sonidos estaban justo arriba de la habitación donde me encontraba


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⏰ Última actualización: Sep 16, 2015 ⏰

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