The diary of the Memories (Spanish Version)

Chapter 1 «The first Day».

Bien, aquí vamos, un nuevo día de escuela, no conozco a nadie. De nuevo cambié de colegio. No sé si lo he mencionado, pero odio con todo mi ser los cambios.

Hoy iniciaba el último año de primaria en una escuela que ni siquiera conocía. Si se preguntan como me siento, la verdad es que me sentía demasiado molesta.

No me malinterpreten, no es que odie la escuela ni nada por el estilo, si soy sincera, me gusta mucho, en realidad. Pero ya era la segunda vez que cambiaba de escuela, y dejaba a mis amigos.

Según mi mamá era una persona muy "Sociable", y no era mentira, trataba con muchas personas, y casi todas me agradaban. Pero nunca podría hacer la amistad tan sólida y única cómo la que construí con mis amigos, al menos no con alguien que recién conozco.

Cuando mi mamá me dijo que me cambiaría de escuela por segunda vez, celebré con ella porque tendría una mejor educación, pero la verdad es que en ese momento me sentí vacía.

No le dije nada, no porque ella fuera mala, no, porque para mi ella es la mejor mujer existente, y por ese motivo me encantaba que se sintiera complacida.

Mi mamá creyó toda mi felicidad por cambiar de escuela hasta ayer por la tarde, cuando me rehusé a abrirle la puerta de mi habitación, mientras me secaba las lágrimas que brotaban por mis ojos al recordar que ya no estaría con mis amigos en la escuela.

Pasé por la gran puerta de entrada junto con mi mamá, quien por instinto materno había decidido ir conmigo y dejarme el primer día.

-Tranquila mi niña, te va a gustar, lo sé. Sólo sé tú misma, verás que harás muchas amigas.-Me alentó mi mamá.

-Gracias mamá, yo... Voy a estar bien.-Asentí y miré hacia la nada.

-Te quiero, y todo lo que hago lo hago por tu bien.-Dijo mi mamá abrazándome.

-Sí, lo sé. También te quiero, tengo que entrar.-Dije y me solté de su agarre.

Ella asintió y me dejó entrar. Caminé por el largo pasillo buscando mi salón y choqué con un profesor.

-Disculpe, no estaba mirando por donde caminaba.-Dije y seguí caminando, mientras que el profesor decía, "No te preocupes, los accidentes pasan".

Ignoré al profesor y busqué mi aula hasta que la encontré. Dejé mis cosas en un pupitre lo más alejado posible. Y salí, quería conocer el colegio, y aparte si caminaba no me aburriría y me presentaría. Mi idea era mantener distancia con todos en ese lugar.

Salí y me encontré con un Jardín, unos juegos para niños, y una cancha deportiva.

Miré a todos lados, buscando un lugar en donde no hubiese gente, y opté por ir al jardín donde había una vieja banca alejada de todo.

Me senté en la banca y me puse mis audífonos, cerré los ojos y me incliné hacia adelante, sosteniendo mi cabeza entre mis manos en dirección hacia el piso.

Sentí algo de alivio estando sola ahí, con mi música. Pero ese alivio duró quizá unos 20 minutos o menos, ya que sentí unos dedos en mi espalda. Me quité mis audífonos y no me volteé, simplemente suspiré.

-¿Qué necesitas?-Dije en tono seco.

-Eh, lo siento. Pero el timbre ya va a sonar, y no creo que quieras llegar tarde a clases.-Me dijo una voz femenina algo tímida.

-Sí, está bien. Gracias por avisarme, con los audífonos no hubiese podido escuchar.-Le dije en tono amable y me di vuelta.

Ahí estaba una niña como de mi edad, con el cabello extremadamente rizado y piel morena, con unos grandes ojos cafés y una pequeña sonrisa.