- ¡OH, VAMOS!, ¿QUÉ ESTÁS ESPERANDO? ¡SALTA! -Grité.
Lo admito, ésta era una situación muy común, pero cada vez que pasa me causa risa.
- Sssht. -Me siseó-. Mis padres están durmiendo, y si me ven aquí van a matarme. -Gritó en un susurro.
- ¡Sólo hazlo! -Susurré riendo y ella suspiró.
- Uno, dos...
Giana dio un bocinazo desde la camioneta y Cassie brincó del susto. Se tambaleó un poco y cayó sentada en el suelo.
- Oh, Dios mío. -Se quejó-. Creo que me quedé sin culo. -Murmuró levantándose.
- Ah, es que tenías culo. -Me Burlé y ella sonrió falsamente.
- Ja, ja, ja. Que graciosa.
Me reí y miré hacia la ventana de la habitación de los padres de Cassie. La luz aún estaba apagada.
- Bien, tenemos tiempo de escapar, así que vamos. -Dijo volteándose.
- Sí, claro. Pero antes... -Dije y saqué una bocina de mi bolsillo.
La toqué unos 45 segundos y vi cómo la luz de la habitación de los padres de Cassie se encendía.
- ¿Tenías que hacerlo? -Me miró fastidiada.
- Si no lo hubiese hecho, ésto no hubiese sido divertido. -Respondí y me eché a correr.
Cassie me imitó y llegamos a la camioneta en unos segundos.
- Hola, Giana. -Dijo Cassie cerrando la puerta de la camioneta.
- ¿Porqué tus padres tienen la mala costumbre de maldecirnos? -Se rió Giana.
- No lo sé, creo que aún no se dan cuenta de que todos los viernes a las 23:11, se aparece la misma camioneta y por el jardín corren dos chicas; y ambas tienen un increíble parecido a su hija y alguna de sus amigas. -Se encogió en hombros Cassie.
Las tres nos reímos y Giana pisó el acelerador, justo 10 segundos antes de que el padre de Cassie apareciera en la puerta mientras gritaba cosas hacia nosotras y agitaba su puño.
Doblamos en la calle siguiente, donde Anneval y Axl nos esperaban en la ventana de la habitación de sus padres.
Me bajé y llegué hasta su puerta, miré hacia arriba y los encontré a ambos mirándome fijamente.
- ¿Qué estás haciendo? -Me preguntó Anneval.
- Quiero ver a Bruno y a Lena. -Expliqué, refiriéndome a sus perros-. ¿Qué hacen ustedes?
- Esperamos la bocina. -Dijo Axl mientras se encogía en hombros.
Yo puse los ojos en blanco y me acerqué a la ventana, ahí pude ver a un par de perros tirados en los sillones. Lena era una linda loba siberiana, y Bruno era un Pitbull gigante.
- ¿A qué esperas? -Me preguntó Anneval.
- Bajen, ahora. -Les ordené.
- Toca la bocina. -Dijo Anneval.
- ¿Porqué debería hacerlo? -Dije levantando una ceja.
- Porque brincar de la ventana del cuarto de nuestros padres a escondidas es más divertido si ellos están despiertos. -Convino Axl.
Yo me reí, toqué la bocina, y Anneval y Axl saltaron al suelo. La luz de sus padres se encendió y ellos echaron a correr. Yo miré hacia la ventana y distinguí como Bruno se acercaba al cristal gruñendo. Lo saludé y corrí detrás de los mellizos.
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The diary of the Memories (Spanish Version)
DiversosEn su último año de secundaria, Sierra lleva una vida normal cómo cualquier otra adolescente de 17 años, sale con sus amigos, que en verdad no son muchos, estudia y vive experiencias increíbles con las personas que quiere. Hasta que un día cualquier...