Invitados

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Eran cerca las ocho y media de la tarde , y mis invitados empezaban a llegar de un momento a otro.

Yo seguía con esa extraña sensación en mi cuerpo ,pero tenía que concentrarme en la máxima comodidad de mis huéspedes , y dejar a Sebastian a un lado. Yo descubriría lo que me pasaba más tarde, ellos son sólo para quedar bien con la reina y sus mayordomos, aunque también he invitado a ese escritor. Me preguntó ¿Comó será físicamente...?

(Vista de Sebastian)

-No me lo puedo creer , vale , si , soy un demonio, pero esto ya se pasa a mis expectativas, (se ve en primer plano a finni , baldroy y Mey-rin en la cocina de la lujosa casa del conde hecha pedasos y ellos ardiendo en el fuego provocado por la bazooka de baldroy)

-¡INUTILEEES! ¡NO SABEIS HACER NADA!

-Lo siento sebastian-sama hemos hecho todo lo que hemos podido, lloriqueaba Mey-rin.

-Tendré que hacerlo por mi mismo.

En milésimas de segundo cogí un trapo , una escoba y un limpiador de polvo y dejé la cocina como nueva en un abrir y cerrar de ojos.

-¡¡¡SEBASTIAN!!! VEN Y DAME UN BAÑO!!!

Todos los presentes en esa habitación se quedaron mirandome con cara de "hallan van a follar como conejos".

-Limpiad todo esto. Dije con mi infatible tirada demoníaca, así me hacen caso.

-¡Si, Sebastian-sama!

Cerré la puerta dejandolos allí embobados con sus pensamientos sucios, mientras me alejaba por el pasillo.

Ciel me estaba esperando en su habitación para llevarlo al cuarto de baño y desvestirlo allí para poder pasar por su delicado y frágil cuerpo el trapo húmedo.

-¿Sebastian? ¿Qué te pasa? Deja de soñar ya , pervertido.

-Nada mi lord, sólo estaba planeando mentalmente más preparativos para esta noche.

Ciel me hechó una mirada de desconfianza y yo me límite a seguir lavándolo con cuidado, la comida siempre limpia por supuesto.

Pasaron las nueve y todos habían llegado, así que me tocaba recibirlos en la entrada de la mansión junto con el señorito y los lleve a la habitación de cócteles . My lord mientras conversaba con cada uno de ellos, me llamo la atención alguien, parecía que estaba muy nervioso sentado en una de las esquinas de la estancia. Ciel se dió cuenta de inmediato y se acercó para conversar con él.

Amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora