Capítulo Veinte

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Nate no había dicho nada, sólo suspiró y apretó los puños. Al parecer mis palabras lo habían herido y no era para menos. Me sentía como un monstruo, tal vez lo era. Pero estaba bien, porque quería verlo feliz y triunfante y yo, yo no podía ofrecerle eso. Desde el principio sabía que eso no estaba bien, incluso antes de saber su verdadera identidad. Yo tenía bien en claro mis principios y mi filosofía y no los seguí, preferí darle confianza al corazón para que tomará decisiones que sólo el cerebro puede tomar. Y lo amaba, lo estaba amando en ese preciso momento. Intenté decir algo, pero a veces el silencio es lo mejor que puedes pronunciar.

ㅡLo sé ㅡMencionó más sereno de lo que creí.

Aquellas palabras me dejarón anonadada.

ㅡ¡Oh! ㅡFue lo único que se me ocurrió decir.

Bravo Jandí ¡Bravo! ¡Qué lista eres!

Nate comenzó a caminar hacía mi dirección, mi corazón empezó a latir rápidamente, sentí que mis manos sudaban... ¡Estaba perdida!

ㅡEs por eso...ㅡTomó mis manos, las sostuvo y acarició su rostro con ellas ㅡ...que renuncié a Nate, para que seas feliz con M. Para que seas feliz con la persona que amas. Supusé que te dio miedo toda la farándula y la vida rápida a la que Nate Blandoon te iba a someter. Gira tras gira, discos y eventos. Fans gritando y tratando de llevarse algo de él, personas atacandote y perdiendo la privacidad de ser Jandí Millan, para convertirte en Jandí "La novia de Nate Blandoon"

Contuve el aliento,mientras me perdía en sus ojos de cielo. Su perfecta sonrisa traviesa apareció en su rostro haciendo que perdiera el poco control que aún tenía sobre mi misma.

ㅡPero Jandí... ㅡSiguió hablando ㅡMirame... ㅡSus ojos se posaron sobre los míos.

Una vez más contuve el aliento, y quité la vista de su mirada. Observé cada detalle de él. Su cabello despeinado, su pants viejo y la sudadera en color crema que adornaba su cuerpo. Sus ojos seguían examinandome, mordí mis labios levemente.

ㅡTienes frente a tí a Mandy Jones porque Nate Blandoon va a estar muerto en unos cuantos días...

Tragué saliva.

ㅡNate no puedes...
ㅡ¡No me llames Nate! ㅡGritó.

Lo miré asustada.

ㅡNo me llames así ㅡSusurró.

Era extraño decirle M en ese momento.

ㅡNo puedo aceptarlo... No eres...
ㅡ¡CON UN CARAJO! ㅡGritó alejandose de la cama, corrió hacía la pared y la golpeó ㅡ¿¡Qué más quieres mujer, qué!? ㅡApoyó los puños en la pared, y sustuvo su frente. Luego suspiró dio medía vuelta, pude observar sus ojos cristalinos ㅡEstoy renunciando a todo por tí... ¿Qué más necesitas? ㅡSe arrodilló a lado de mi cama ㅡ¿Qué, Jandí?

Verlo ahí tan vulnerable me rompió el corazón.

ㅡNate yo...
ㅡNo quiero a Nate Blandoon si no estás conmigo...

No lo quería a mi lado, no sabiendo que estaba dando todo por mí, cuando yo no podía dar nada por él. No quería que renunciará a sus sueños y menos por mi culpa.

ㅡNo puedes renunciar a lo que eres... Y menos por mí.
ㅡSí, si puedo. Tú amas a M, y lo entiendo. Y si de esa forma tú me amarás entonces lo haré. Seré M... Seré lo que necesites porque te amo.

Miré a mi derecha y pude observar una hermosa muñeca con cabello negro y ojos color miel. Lucía un hermoso vestido verde y unos zapatos rojos con un brillo espectacular. La tomé entre mis manos y la apreté contra mi pecho, era aquella muñeca que siempre había querido. Entonces recordé lo que mi padre me había dicho.

Mi amor MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora