Shikadai había heredado de su padre la repulsión por las cosas que demandaban más de la energía necesaria para respirar. Lo que resultaba ideal para él era el recostarse en la cama y dormir todo el día, cosa que le traía constantes riñas con su madre.
Desde pequeño él fue así. Un bebe tranquilo y dormilón que esperaba con paciencia la hora de la comida, algo totalmente diferente a los descendientes de la familia Uzumaki.
Bolt y Himawari eran dos pequeños torbellinos, inquietos, escandalosos... una ráfaga de problemas para quien estaba cerca. El pobre Shikadai había sido víctima de sus travesuras en sus escasos años de vida. Había tomado la decisión de evitarlos en la medida de lo posible pero eso era ¡Imposible! ¿La razón? Su padre trabajaba con el Hogake de sol a sol por lo que ver a cualquier Uzumaki era cosa de todos los días.
Lo inevitable paso, pese a sus constantes esfuerzos por mantener una infancia calmada, Shikadai tuvo la fortuna (¿O quizá desgracia?) de hacer del pequeño Uzumaki su mejor amigo... Sus travesuras lo tenían cansado, pero debía aceptar que a veces eran divertidas.
Los Uzumaki tenían ese efecto en el joven Nara, odiaba meterse en problemas pero al mismo tiempo era excesivamente divertido meterse en "aquellos" problemas.
Su asombrosa capacidad de meterse en problemas le traía un delicioso conflicto a Shikadai. Un conflicto peculiar que empeoro un día...
Himawari había sido para él, de alguna manera, solo la hermana de su mejor amigo, pero las cosas cambiaron radicalmente cuando un día de San Valentín común y corriente se presentó delante de el con un chocolate casero y una tarjeta cursi en forma de corazón. ¡¿Qué se supone que respondería?!
Igual podría ignorarla y hacer como si nada hubiese pasado. En ese momento no supo que hacer más que decirle "Gracias es bueno tenerte como amiga" y por el rostro que puso la niña, esa no era la respuesta que esperaba.
¡¿Pero que quería que le dijera?! Él no sabía de qué iba la cosa, el día de san Valentín era algo que le tenía sin cuidado... ¿Cómo iba a saber qué hacer?
Y por si fuera poco, Bolt intento matarlo en reiteradas ocasiones después de aquel extraño evento. ¿Qué culpa tenía en todo aquello?
Himawari era una niña dos años menor que él, solía verla muy a menudo cuando salía a jugar con Bolt. Era muy escandalosa (Como su hermano) pero de alguna manera tres rayitas menos. Era una niña que solía jugar a hacer coronas de flores y que no se despegaba de Sarada ni un ápice. Casi parecían hermanas.
Nunca se había percatado, hasta ese día, lo mucho que Himawari solía observarlo y cuando este buscaba su mirada azulada, ella volteaba tan rápido con el rostro sonrojado sin atravesarse a mirarlo de nuevo.
¿Qué puede hacer? Todos decían que él era una especie de niño genio al igual que su padre, pero en esta situación, aun a pesar de que la pereza se había desvanecido, no hallaba una respuesta correcta.
Opto por preguntarle a su madre. Se tragó toda la pena que tenía en ese momento y como sin querer la cosa, de su pequeña boca salieron las siguientes palabras: "¿Qué se hace cuando una niña te regala un chocolate en San Valentín?". Su madre, quien se encontraba preparando la cena, dejo de cortar las zanahorias para mirar a su hijo con una sonrisa pícara en el rostro.
-Vamos, suéltalo, ¿Quién fue?-el niño se sonrojo de inmediato.
-No es como que me importe o algo... me da igual...-respondió evitando los ojos verde esmeralda de su mamá.
-Si no te importara-dijo, reanudando su actividad anterior-No me habías preguntado que hacer.-Shikadai se sobresaltó.
-Vamos ma, solo dime-Dijo restándole importancia al asunto.
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Chocolates
FanfictionPorqué Bolt sabía que algo tramaba su hermana, pero jamás imaginó que se tratara de algo tan vergonzoso. -¿Te gusta Shikadai?