Chocolates
Bolt sabía que algo ocultaba su hermana. Podía oler los secretos detrás de su cara arrebolada y en los papeles que ella se esforzaba por ocultar. Acababa de llegar de un entrenamiento con sus amigos, su madre no estaba y su hermana se había lanzado sobre la mesa en el momento que oyó cuando Bolt puso un pie en la cocina. Se miraron por unos momentos. Himawari con ojos como platos, Bolt con los ojos entrecerrados, pensando, recordando…
Todo comenzó hace unos días, desde el jueves para ser precisos, cuando el caminaba hacia el parque donde había citado a Shikadai e Inojin para jugar. Sintió una presencia felina seguir sus pasos desde el momento en que salió de casa, por lo que no tardo en reparar que se trataba de su hermana.
Himawari solía seguirlo a todos lados desde que era pequeña, pero esa manera tan sigilosa no iba de acuerdo con su escandalosa personalidad. Himawari gritaba y lloraba implorando que la llevara atrayendo la presencia de su padre o madre que lo obligaban a hacerlo. Así era como Bolt llegaba al parque con su pequeña hermana a quien tenía que tomar de la mano, para su desgracia.
Pero Himawari esta vez no quería que ser descubierta, de no ser así, hubiera hecho todo lo anteriormente descrito. Bolt paró en seco. Los pasos se detuvieron. Giro rápidamente su cabeza hacia atrás. Himawari se encontraba oculta detrás de un poste.
-Sal de ahí, Himawari, te he descubierto-dijo con tranquilidad y puso sus manos en los bolsillos.
El cabello de la nuca de Himawari se erizo y un escalofrió recorrió su cuerpo. -¡Aja! Si que eres un buen ninja niichan-Grito, saltando hacia él, señalándolo con el dedo-¡Me has descubierto Jajaja! -reía forzadamente a carcajadas con las manos en la cintura. -¡Me-me voy!-Dio media vuelta y se alejo tan rápidamente que Bolt no tuvo tiempo de decir algo más.
Un papel rosado flotaba delicadamente hacia él a causa del viento provocado por la rápida partida de su hermanita. Dio unos cuantos giros al tiempo que una brisilla soplaba para finalmente caer a sus pies.
-¿Qué…?- Al verlo de cerca y más detenidamente se pudo percatar de que se trataba de un sobre cerrado con un sticker de corazón muy parecido a los que su padre le había traído a Himawari después de su viaje a Suna. Se agacho para recogerlo y al momento en que estaba a punto de abrirlo sintió un dolor lacerante en su mano derecha haciendo que soltara el sobre.- ¡¿Qué demonios…?!
-Más te vale dejar ese sobre cerrado, o si no, la otra ira a tu cabeza- Sarada Uchiha lanzaba y atrapaba una piedra con la mano, mirándolo retadoramente. Bolt molesto bufo girando la cabeza al lado contrario a su compañera.
-Ni quien quiera enterarse de tus cosas- Acto seguido dio media vuelta y siguió con su camino. Estaba claro que si se trataba de Sarada, no era algo que le interesara, pero en su cabeza seguía rodando la imagen del sticker de corazón de su hermana.
…
Sarada y Himawari eran mejores amigas, cosa que no le agradaba mucho a Bolt. El que su dulce hermanita se juntara con su archirrival y encima le llamara "Neechan" era algo que no podía dejar pasar. Pero no importaba todo lo que le dijera, Himawari siempre iba corriendo con una sonrisa en el rostro en busca de Sarada. Lo que Bolt no entendía es que Himawari buscaba en ella consejos de mujeres, de esos que no se atrevía a preguntar a su madre. No es que no quisiera a su madre, es que a veces, pensaba Himawari, su mamá solía ser algo anticuada.
Y esa fue la segunda vez en la que quedaba confirmado para Bolt que esas dos tramaban algo. Ocurrió un día después de aquella extraña persecución. Su padre y el señor Uchiha tenían la costumbre de reunir a sus familias para cenar una vez a la semana. A veces ellos iban a casa Uchiha, otras ellos venían a la casa Uzumaki.
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Chocolates
Fiksi PenggemarPorqué Bolt sabía que algo tramaba su hermana, pero jamás imaginó que se tratara de algo tan vergonzoso. -¿Te gusta Shikadai?