forks

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Mi madre me llevo al aeropuerto con las ventanillas del coche abiertas. En phoenix, la temperatura era de veinticuatro y el cielo de un azul perfecto y despegado me avía puesto mi playera favorita , la llevaba con gesto de despedida mi equipaje de mano era un impermeable.

En la península de olympic , al noroeste del Estado de washington , existe un pueblecito llamado forks cuyo cielo casi siempre permanece nublado .En esta insignificante localidad llueve mas que en cualquier otro sitio de los Estados Unidos.

Mi madre se escapo conmigo de aquel lugar y de sus tenebrosas y sempiternas sombras cuando yo apenas tenia algunos meses. Me había visto obligado a pasar allí un mes cada verano hasta que por fin me impuse al cumplir los catorce años; así que , en ves de eso, los últimos tres años, Cristián , mi padre , había pasado sus dos semanas De vacaciones conmigo en California. Y ahora me exiliaba a forks, un acto que me aterraba, ya que detestaba el lugar.
Adoraba phoenix. Me encantaba el sol, el calor abrasador y la vitalidad de una ciudad que se extendía en todas las direcciones.

Samanta: Edward- me dijo mamá por enésima vez antes de subir al avión - no tienes por que hacerlo.

Yo: Es que quiero ir- mentí. Siempre se me a dado muy mal eso de mentir, pero había dicho esa mentira con tanta frecuencia en los últimos meses que ahora casi sonaba convincente.

Samanta: saluda a Cristián de mi parte- dijo con resignación.

Yo: si lo haré.

Samanta: te veré pronto - insistió- puedes regresar a casa cuando quieras. Volveré tan pronto como me necesites.
Pero en sus ojos vi el sacrificio que le significaba esa promesa.

Yo: No te preocupes por mi-le pedí-Todo ira estupendamente. Te quiero, mamá.
Me abrazo con fuerza durante un minuto;luego, subí al avión y ella se fue.
Para llegar a forks tenia por delante un vuelo de cuatro horas de phoenix a seattle,y desde allí a port ángeles una hora mas en avioneta y otra mas en coche. No me desagrada volar, pero me preocupaba un poco pasar una hora en el coche con Cristián.

Lo cierto es que Cristián había aceptado bastante bien todo aquello. Parecía realmente complacido de que por primera vez fuera a vivir con el de forma mas o menos permanente. Ya me había inscrito en la escuela y me iba a ayudar a comprar un coche.

cambiando papeles (Pausada Por El Momento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora