RELATOS DE UNA CHICA SOLITARIA

SUEÑO

¿Has tenido sueños donde sabes que estas soñando?, esos sueños donde puedes ser lo que tú quieres y hacer lo que se te dé la gana. Yo solo lo tuve una vez, y fue el peor sueño de mi vida...

Primero fue un sueño normal, cosas sin sentido, gente que aparecía y desaparecía en el mismo momento, lugares donde alguna vez estuve; de pronto una imagen familiar se dibujó ante mí, era un espejo, me dijo que podría hacer lo que quisiera, me dijo que estaba en un sueño donde lo que desee se cumpliría.

Sentí una gran emoción, era la primera vez que me pasaba esto, había escuchado a muchas personas hablar de este tipo de sueños muy entusiasmados, cerré los ojos tratando de pensar que quería ser y de la nada una voz retumbo en mi cabeza.

-Tienes que convertirte en lo que yo te diga, tus sueños no importan, solo importa lo que yo te digo-

-Este es mi sueño, puedo ser lo que yo quiera- le respondí a aquella voz tan familiar.

-Entonces nunca esperes nada de mi- un golpe de frió choco en mi pecho y supe que es lo que quería, me concentré y cuando abrí mis ojos me vi de nuevo en el espejo, vestida con ropa elegante que nunca me ha gustado, demasiado maquillada para mi gusto, y peinada con un moño alto. –Jamás me he peinado- pensé –Esa no soy yo, no puedo ser yo- pero la boca de aquella mujer completamente diferente a mí se movía junto con la mía, me asuste, ¿Era esto lo que necesitaba para cumplir las expectativas de aquella voz?

Recordé con detenimiento que fue lo que había pensado mientras tenía cerrados mis ojos –Quiero que estén orgullosos de mí, quiero ser la persona que desean- pero dude, ¿Cómo voy a ser feliz siendo alguien que no soy?, ¿A caso no soy perfecta como soy? Un dolor me inundo, literalmente, salía agua de la obscuridad, y me mojaba de los pies a la cabeza, -No sé nadar- pensé, si, si puedes repitió de nuevo la voz.

Encontré una isla, nade hacia ella me senté en la arena y llore, de nuevo el espejo se posó frente a mí, esta vez me mostraba a mí misma, desaliñada, despeinada y con una enorme sonrisa en mis labios, toque el espejo, pero no era mi reflejo lo que veía ya que no imitaba mis movimientos, una rabia me encendió, sin darme cuenta rompí el espejo y una lluvia de cristales me cubrió, limpiándome y quitándome ese maquillaje y esa ropa que tanto odiaba, la obscuridad se asomó, me senté en el suelo rogando que terminara.

Desperté de golpe, aún era de noche, me levante y encendí la luz, de tras de mi estaba el espejo que vi en mis sueños, cerré los ojos y me acerque a él, tenía miedo de ver mi reflejo, me arme de valor y abrí los ojos, la sonrisa de una chica desaliñada me saludo.
Nunca más volví a tener esa pesadilla...