La muerte no es la esencia del fin Solo es una bella dama con encanto Con una dulce voz tan bonita como venida de un violín De su dulce y mortal canto.
Con su largo cabello oscuro Y sus penetrantes ojos grises Que te atrapa en un conjuro Que todos los mortales caen de todos los países.
Su belleza y su misión siempre chocan Es como una flor bella y negra Un deseo que muchos invocan Que entristece y alegra.