Noches de Insomnio

Coffee

Siempre creí que la lluvia era el llanto de un día triste.
Me gusta sentarme en el sofá a leer acompañando con una taza de café.
Me gustaría poder escribir libros y que las personas se sientan identificadas con ellos.
Me gustaría ser alguien.
Suena mi celular. Es mamá, diciendome que llegará tarde a casa ya que tiene mucho trabajo.
Otra cena solitaria, pienso.

Mis noches se basan en chatear, revisar mis redes sociales, y comer helado de postre hasta el cansancio.
Todos los días lo mismo. Casi ni veo a mis padres, cuando ellos están en casa estoy durmiendo, o ni siquiera estoy.
Me gustaría perderme y no encontrarme a mi misma hasta que todo en mi cabeza esté solucionado.
De repente llega un mensaje. Es él. Diciendome que me extraña. Lo amo tanto.
Han pasado ya 4 años desde que nos conocemos. Pero no somos más que mejores amigos.
¿Seguirá sintiendo algo por mí? Porque yo sigo enamorada.
Me hace tan bien, es como un ángel que vino a alegrarme la vida. Me robo el corazón y ahora ya no puedo recuperarlo, porque siempre le va a pertenecer.
Son 11:20 p.m, en diez minutos empezará mi programa favorito.
Llevo el helado al refrigerador y voy a mi cama. Es tan cómoda. Me recuesto y enciendo el televisor.
El programa comenzó.